El fracaso electoral provoca las primeras dimisiones en CiU

E. C. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

04 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las relaciones entre Artur Mas y Josep Antoni Duran i Lleida siempre han sido complejas. Forman lo que podría llamarse una sociedad mutua de intereses. Serían el policía bueno y el policía malo, según quien los califique. El líder de Convergència se apuntó un fracaso monumental en las elecciones que había presentando como un plebiscito a su plan soberanista. El dirigente de Unió fue de su mano, pero a la vez se guardó las espaldas ante un posible fiasco advirtiendo de que una Cataluña independiente quedaría excluida de la UE. Ha pasado poco tiempo desde el fracaso electoral, pero Duran están marcando distancias con el discurso de Mas a marchas forzadas. Este sigue empeñado en seguir adelante con la consulta, aunque sea ilegal, mientras el dirigente democristiano la pone en cuarentena.

Disputa en Unió

El primer episodio público de las disensiones que el batacazo está provocando en CiU llegó ayer. El alcalde de Vich y dirigente del ala soberanista de Unió, Josep Maria Vila d'Abadal, anunció que abandona la militancia por discrepancias con la dirección. Reveló que Duran aseguró el sábado ante el consell nacional del partido que la independencia no es viable y mostró su preferencia a pactar con el PSC antes que con ERC. «Él dijo que la Comisión Europea está harta del conflicto planteado por Cataluña; además, dijo que él iba a liderar la recuperación de las relaciones con el PP de Madrid, que él se haría cargo de esto personalmente; y nos pidió que lo defendiéramos cuando fuera criticado en Cataluña», reveló Vila.

Este señaló que seguirá al frente del ayuntamiento como independiente y no se pasará a las filas de CDC ni de Esquerra.

Hasta ahora se había filtrado que Duran hizo el sábado un llamamiento a los cuadros para que fueran conscientes de que Unió no se puede dejar arrastrar más por el clima soberanista vivido en los últimos tiempos en Cataluña. «El país va hacia la división: unionistas e independentistas, blanco o negro. Unió no puede identificarse con esta división. Se tiene que superar», añadió Duran.

Esa labor de puente con el Gobierno y con el PPC es precisamente la que reclamó ayer Alicia Sánchez-Camacho al portavoz de CiU en el Congreso.