Rajoy ofrece cooperación total a Cataluña si es para afrontar la crisis

T. N. Redacción / La Voz

ESPAÑA

19 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Rajoy trazó ayer en el Senado las líneas rojas de las relaciones con el nuevo Gobierno catalán. Cooperación «total» en todo aquello que, en su opinión, preocupa realmente a los ciudadanos, que es la lucha contra la crisis económica, y exigencia máxima para que se respete la ley, en alusión al desafío soberanista que deriva del acuerdo de gobernabilidad alcanzado ayer entre CiU y ERC. En la última sesión de control al Gobierno en el Senado, Mariano Rajoy aseguró, en respuesta a una pregunta del catalán José Montilla, que «la voluntad de cooperación» y de diálogo del Gobierno es absoluta en lo que se refiere a las medidas para la reducción del déficit, la generación de empleo, la financiación autonómica y todo aquello que ayude a la recuperación económica, que es la auténtica preocupación del Gobierno y de los ciudadanos, dijo.

«Cuanto más acuerdo haya en los objetivos y en los medios para conseguirlo, mejor», advirtió Mariano Rajoy, quien manifestó su convencimiento de que «todas las administraciones son España y los problemas de las comunidades autónomas son los problemas de todos».

El presidente evitó el debate sobre qué medidas piensa adoptar para hacer frente al desafío soberanista de CiU y ERC. En todo caso, negó que promocione un retroceso en el Estado de las autonomías destacó que lo que es incuestionable es que «hay que respetar la ley y el Estado de derecho». Asimismo, prefirió resaltar que son «muchas cosas» las que unen a españoles y catalanes, y confió en que así siga siendo en el futuro.

Los pilares del programa

El resto de las preguntas al presidente del Gobierno le sirvieron para hacer un balance de su primer año de gestión. En línea con lo enunciado el día anterior en la Interparlamentaria del PP, en la que culpó de la mala situación de España a la herencia socialista, justificó buena parte de las medidas no previstas aprobadas en estos meses a la desviación del déficit respecto de las cifras anunciadas en su día por el Gobierno de Zapatero.

No obstante, aseguró que «los grandes pilares de nuestro compromiso electoral se están llevando a buen término, aunque es verdad que hemos tomado algunas decisiones no previstas porque las circunstancias nos lo han aconsejado». En todo caso, argumentó, la mala situación heredada era la prueba más evidente de que había que hacer políticas económicas distintas a las que había venido haciendo el Gobierno socialista. Una vez más, pidió tiempo, porque «los efectos se irán viendo». Aunque no los enumeró, aseguró que «hay ya datos positivos en la economía española, y espero que pronto pueda dar en esta cámara buenas noticias».

En este tono de esperanza, el presidente llegó a decir que si, como espera, la situación mejora, «a lo largo de la legislatura» a alguna de las medidas aprobadas hasta ahora «se les puede dar machar atrás», aunque precisó que «no todas». Y, por supuesto, no dio la más mínima pista de a cuáles de todas ellas se refería.