Xavier Vence, nuevo portavoz nacional, llama a crear un Estado propio
18 mar 2013 . Actualizado a las 11:09 h.Transcurridas tres décadas desde su nacimiento, el BNG emprendió ayer un nuevo rumbo que será determinante para esclarecer su futuro político más inmediato. Despojado de las guerras internas, con Beiras fuera, con la corriente discrepante liderada por Aymerich en franca minoría, el frente arranca una nueva etapa más cohesionado, izando sin complejos la bandera del soberanismo y con un rostro nuevo, Xavier Vence, que fue elegido ayer nuevo portavoz nacional por abrumadora mayoría: 1.215 votos a favor, 44 en contra y 9 abstenciones. Una militancia que aclamó a su nueva cúpula y a las delegaciones invitadas (ERC, Amaiur, PNV), al grito de «independencia, independencia» o «Galiza ceibe poder popular».
Todo transcurrió durante la jornada como estaba previsto. Una amplia participación, más de 1.500 militantes, un respaldo a las tesis políticas del 95 % y todos los focos puestos en el discurso del nuevo líder, que tiene ante sí muchos retos: recuperar el apoyo social perdido en una comunidad que, a diferencia de Cataluña y el País Vasco, tiene una baja conciencia nacional. Y sobre todo, tender puentes para una futura reunificación del nacionalismo. Para ello contará con una ejecutiva en la que irrumpen seis independientes, pero en la que la UPG, partido mayoritario, coloca a seis -incluido su secretario xeral, Néstor Rego-, y en la que el Movemento Galego ao Socialismo se queda con dos.
Derecho a decidir
Sobre ambas cuestiones trazó un largo discurso el nuevo portavoz. Vence se refirió a la necesidad de explicarle a la gente que su sufrimiento en esta crisis obedece a la falta de soberanía y apostó en positivo por formular una propuesta de Estado propio, una meta a largo plazo, que requeriría un arduo trabajo social previo para ganar antes la mayoría en las instituciones para luego iniciar el camino del derecho a decidir con garantías. El nuevo líder habló de Lituania, de Escocia, de Flandes y recordó que ninguno de los países que se ha independizado en Europa se ha arrepentido de tomar ese camino. Con el soberanismo como eje central, Xavier Vence hizo un llamamiento conjunto a todas las fuerzas nacionalistas para trabajar por anteponer esa meta, en una clara invitación a Anova, el proyecto liderado por Beiras, ahora coaligado con Esquerda Unida en el Parlamento gallego.
El nuevo portavoz reúne precisamente las características que buscaba la militancia y el partido mayoritario del frente para los nuevos tiempos. Un afiliado independiente, bien relacionado con los sectores escindidos, y que pueda empezar a tejer la recomposición del nacionalismo, ahora disgregado, lo que deteriora sus posibilidades de lograr una mayor representación institucional.
Pero Vence aprovechó también parte de su intervención para arremeter contra el Partido Popular que gobierna la Xunta. «Feijoo é moi rebelde para incumprir as sentencias que lle desmontan o seu indigno decreto de plurilingüismo pero acata e aplaude coas orellas toda canta lei e decreto sae do plan centralizador de Madrid», dijo ante un entusiasta público. La jornada también tuvo como protagonista al portavoz saliente, Guillerme Vázquez, que pronunció un sentido discurso de apertura y a quien las mil quinientas personas que llenaban el auditorio, puestas en pie, tributaron una sonora ovación. Flanqueado por sus compañeros, Guillerme Vázquez admitió la existencia de errores propios para explicar el declive electoral del Bloque, pero recordó que los fallos fueron premeditadamente proyectados para deteriorar la imagen del frente. «Non conseguirán destruír ao BNG», dijo. Vázquez tuvo también palabras para los escindidos, a los que acusó de disfrazar las causas de su marcha para tapar el verdadero trasfondo de la decisión, y que era, a su juicio, un motivo ideológico. Un adiós que, a su entender, no fue «honesto».
El Bloque reunirá hoy mismo a su nueva dirección, capitaneada por Xavier Vence, y procederá a la asignación de funciones entre los miembros de la ejecutiva.
La nueva hoja de ruta del frente pasa por emprender una nueva forma de relación con los movimientos sociales y en abrir el trabajo a nuevos sectores de la ciudadanía, uno de los objetivos que se ha trazado el nuevo portavoz y al que se refirió ayer durante su discurso.