Los militares creen que la operación naval debe seguir más allá del 2014
07 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.En diciembre pasado, cuando la fragata española Méndez Núñez, con base en Ferrol, tomó el mando de la operación Atalanta, la fuerza naval de la UE para luchar contra la piratería en el océano Índico, los piratas tenían en su haber cinco barcos y 136 rehenes. Hoy, cuatro meses más tarde, el botín se ha reducido a más de la mitad: dos barcos y 60 personas. Y es que España ha estado al frente de la misión en su mejor momento desde que arrancó, en el 2008. No solo no se ha registrado ningún secuestro, sino que se han abortado nueve ataques y se ha detenido a 29 piratas.
Es el balance que ayer realizó el contraalmirante español Pedro García de Paredes en el acto de traspaso del mando al militar portugués Jorge Novo, responsable del Álvares Cabral, una ceremonia que se celebró sobre la cubierta de la fragata de combate Méndez Núñez, atracada en el puerto de Yibuti. García de Paredes dijo que España cede el testigo con «la satisfacción del deber cumplido y el trabajo bien hecho», recoge en su crónica Ángel Apezteguia, de Efe.
De los 29 piratas detenidos, 21 han sido entregados a las autoridades judiciales en las islas Seychelles y en Mauricio. Los ocho restantes han sido liberados en las costas somalíes al no reunir pruebas suficientes para poder inculparlos. Con respecto a los dos barcos que quedan en manos de los piratas, su liberación es complicada, puesto que se trata de buques con bandera de conveniencia que no tienen el respaldo de ningún Estado ni de una naviera internacional.
«El problema sigue»
Ahora bien, esta mejora en la situación para nada quiere decir que se pueda relajar ya la presión en el Índico y mucho menos desmantelar una operación que cuenta con siete buques europeos distribuidos frente a las costas de Somalia y el golfo de Adén. Al contrario, aparte de que se augura un aumento de la actividad de los piratas en los próximos meses, debido a la mejora del tiempo y del estado de la mar, «el problema de la piratería sigue». Es más, «si nos vamos, tendremos que volver seis meses después». Lo dijo el número dos de la operación Atalanta, el contraalmirante Eric Dupont, que presidió la ceremonia de relevo. Este defendió mantener la misión naval de la UE más allá del 2014, aunque sea readaptándola a la nueva situación. García de Paredes apuntó, además, que la presión sobre los piratas también debe realizarse en tierra firme, no solo en el mar.
En la misma línea se ha pronunciado también el comandante del Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, Teodoro López Calderón, quien advirtió de que no se puede bajar aún la guardia porque «hay pruebas fehacientes de que la piratería no ha acabado».
Medios desplegados
Que ceda el mando no quiere decir que España haya puesto fin a su participación en la misión. Abandona el Índico la Méndez Núñez, que está previsto que llegue a Ferrol a finales de este mes, pero llega la fragata Numancia, con base en Rota y que ya patrulló el área en el 2009. También están en la zona el buque de acción marítima Rayo y un avión P3-Orión, con un destacamento aéreo de unos 50 militares que operan desde Yibuti.