Los lucrativos negocios de Iñaki Urdangarin y de su socio Diego Torres, que obtenían beneficios superiores al 400 % en sus actividades, han creado nuevos problemas al presidente valenciano, Alberto Fabra, que no logra quitarse de encima la alargada sombra de su antecesor, Francisco Camps. Los partidos de la oposición reclamaron ayer la comparecencia parlamentaria del presidente y del expresidente, así como de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, para que den explicaciones sobre los contratos adjudicados al Instituto Nóos para la organización de los Valencia Summit en los años 2004 a 2006.
La parlamentaria socialista Eva Martínez advirtió ayer que su partido no descansará hasta que se aclare por completo qué se hizo con el dinero de los valencianos. Para ello, pedirá al Ejecutivo de Fabra que «entregue todas y cada una de las facturas» abonadas a Nóos, para saber «cómo justifican este gasto tan desmesurado». El informe elaborado por la Agencia Tributaria para el juez Castro revela que la sociedad comandada por Urdangarin y Torres cobraron 6,8 millones de los gobiernos balear y valenciano por actos que solo le costaron 1,7 millones de euros.