El PSOE trata de abrir paso a su tercera vía para Cataluña con un argumento elaborado: el de que un referendo es posible, e incluso a corto plazo, pero siempre entendido como la culminación de una proceso de reforma de la Carta Magna. «Quedan dos años hasta las próximas elecciones generales y la disolución de las Cámaras bien podría coincidir con la aprobación del nuevo texto constitucional», animó ayer Ramón Jáuregui. Los socialistas insisten en que su propuesta «ofrece una oportunidad única para abordar, de verdad, los problemas reales de Cataluña» porque, a diferencia de lo que ocurrió con el Estatuto, fijaría «una forma de ser y de estar» en el Estado que no podría ser tumbada por el Constitucional.