Alfredo Pérez Rubalcaba y Josep Antoni Duran i Lleida son dos políticos veteranos que saben de la importancia de los gestos. El secretario general del PSOE y el portavoz de CiU en el Congreso se reunieron ayer en la Cámara baja para hablar sobre la situación de Cataluña. Avanzaron poco, pero consiguieron la foto que querían. «Hay que apurar hasta el último segundo [para evitar la ruptura] mediante diálogo, diálogo y diálogo a pesar de que este no llega y de que, a fuerza de insistir en ello, acaben por pudrirse la idea y el concepto», dijo el político catalán.
Duran ya advirtió hace cerca de un mes a Mariano Rajoy de que, a su juicio, Cataluña camina sin remedio hacia una declaración unilateral de independencia. Y le urgió a lanzar una propuesta que permita encauzar el conflicto; una tercera vía. Ayer, tras su encuentro con el líder de la oposición, insistió en la misma idea. «Se equivocan quienes creen que este es solo un problema de Cataluña; si se diera ese escenario la prima de riesgo de la deuda española subiría por las nubes», remarcó.
En todo caso, Duran tampoco termina de abrazar la propuesta alternativa de los socialistas. Sostiene que habría que «concretar» más antes de darla por buena, pero sobre todo, puso la pega de que podría tardar demasiado tiempo.
La unidad de España
Rubalcaba, por su parte, aseguró que tiene intención de seguir dialogando y subrayó que los catalanes deben saber que hay formaciones como la suya dispuestas a analizar cómo se ha llegado a la situación actual y a ofrecer soluciones siempre, dijo, con el objetivo de «mantener la unidad de España».
El secretario general del PSOE defendió que su oferta de reforma constitucional tiene la virtud de que lleva aparejada una consulta a los catalanes pero también al conjunto de los españoles. En todo caso, como Duran, dio por bueno que quien tiene que mover ficha es el Gobierno. Y aseguró que esa es la idea que ya trasladó a Rajoy hace tres semanas.