Gallardón recurre a la liberación de etarras para defender su Código Penal

Julio Á. Fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

PP, UPN y UPyD rechazan las enmiendas a la totalidad del resto del Congreso

13 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La reforma del Código Penal auspiciada e inspirada por el ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón pasó ayer el primer trámite parlamentario en el que la mayoría de la Cámara -PP, UPyD y UPN- rechazaron las enmiendas a la totalidad planteadas por el PSOE, Izquierda Plural, CiU, PNV, ERC, Compromís-Equo, CC, Amaiur y BNG, que coinciden en su rechazo a la prisión permanente revisable, su principal novedad, como innecesaria y degradante, así como por perseguir un «claro objetivo electoral».

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, que dice no haber presentado enmienda a la totalidad para no dilatar el debate, ha explicado que España necesita una reforma urgente del Código Penal, pero no la que ha aprobado el Gobierno y con la que, de salir adelante, a su juicio, quedarán impunes casos de corrupción política como el de Gürtel y los papeles de Bárcenas.

Para la diputada del BNG María Olaia Fernández-Dávila, la reforma «hace resurgir el espíritu de Torquemada» y «supone una de las modificaciones más represivas de las últimas tres décadas». El proyecto queda ahora pendiente de la tramitación en el Congreso de las enmiendas al articulado.

Ayer en su presentación ante el pleno de la Cámara, el ministro se centró en la defensa de los puntos más polémicos del proyecto: la prisión permanente revisable y la extensión de la libertad vigilada que el código vigente limita a los autores de delitos sexuales muy graves.

Gallardón rechazó categóricamente el carácter oportunista que se le imputa al proyecto, recordando que era un compromiso asumido por el programa electoral de su partido. Aseguró que el nuevo Código garantizará que no se vuelvan a producir excarcelaciones de presos con delitos graves como las producidas tras la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la doctrina Parot.

El diputado del PSOE Julio Villarrubia señaló que no existe necesidad de reformar el Código Penal y que el Gobierno recurre a este proyecto como instrumento político, con un propósito «ideológico y populista».

Llamazares, de IU, y Olabarría, del PNV, coincidieron en que esta reforma es fruto de una «estrategia paranoica» del PP.

Para Joan Tardá, portavoz de ERC, «es una reforma acuñada desde el populismo con agravamientos constantes de penas» y «cautiva del sensacionalismo de algunos medios de comunicación, que va a convertir su España en una inmensa cárcel para los pobres».