Resta trascendencia al apoyo del 60 % de los catalanes a la independencia
19 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, volvió a utilizar ayer el proceso de Crimea para desacreditar el órdago soberanista del presidente de la Generalitat, Artur Mas. En la misma línea que el día anterior en Bruselas, advirtió de que el problema que presenta el referendo de autodeterminación convocado para el próximo 9 de noviembre no es cuestión de mayorías sino, como en el caso del celebrado el pasado domingo en Crimea, de que es ilegal.
De esta forma restaba importancia a la encuesta que el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat daba poco antes a conocer, que señala que un 59,7 % de los catalanes están a favor de que Cataluña se convierta en un «nuevo Estado en Europa», lo que supone un aumento de cinco puntos respecto a la última encuesta de noviembre. Además, un 87,3 % acatarían el resultado del referendo sea cual sea su resultado.
García-Margallo dijo que no conocía el sondeo, pero que como en el caso del referendo de Crimea «no es un tema de mayorías o minorías, sino de legalidad o ilegalidad internacional». El ministro explicó que el resultado fue de «una mayoría abrumadora en favor de la anexión a Rusia», pero es nulo jurídicamente, no porque se haya celebrado en presencia de tropas rusas o fuerzas especiales, de que determinadas minorías hayan tenido dificultades para votar o de que haya habido restricciones a los medios contrarios al referendo, sino que «se deriva única y exclusivamente de que es contrario a la Constitución de Ucrania y a la legalidad internacional».
Ridículo continuo
El consejero de Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, se declaró preocupado por el «ridículo continuo» del Gobierno, ya que compara el caso catalán con el de Crimea, que no tiene nada que ver. En tono irónico, agradeció a García-Margallo que contribuya a la causa catalana al hablar tanto del tema siendo ministro de Asuntos Exteriores. Asimismo, reiteró lo que dijo Mas, que el objetivo del Ejecutivo catalán es celebrar la consulta, pero no descarta ninguna opción, tampoco la declaración unilateral de independencia.
Por su parte, los socialistas reclamaron a Mas y a García-Margallo que dejen de tensar la vida política. El secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió al Gobierno que hable menos de Crimea y se centre en dialogar. Lo hizo en Barcelona tras reunirse con el primer secretario del PSC, Pere Navarro, y los líderes de Comisiones Obreras y UGT en Cataluña, Joan Carles Gallego y Josep María Álvarez respectivamente, a quienes expuso su plan para reformar la Constitución en sentido federal. Ambos le advirtieron de que el derecho a decidir es condición sine qua non para cualquier salida. La portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, hizo un llamamiento a «la cordura, la sensatez y el diálogo» a García-Margallo y Mas para que cesen en su escalada de declaraciones que «solo hacen que elevar la tensión y el enfrentamiento».
Alfonso Alonso, portavoz popular en el Congreso, sin desautorizar a García-Margallo, rebajó el tono al asegurar que la única comparación posible entre Cataluña y Crimea es el incumplimiento constitucional.