Considera urgente superar la división entre países generada por la crisis
12 may 2014 . Actualizado a las 11:59 h.Desde el 17 de de enero del 2012, Martin Schulz ha presidido el Parlamento Europeo, una cámara de la que es miembro, por el SPD (Partido Socialdemócrata Alemán), desde 1994. Este librero nacido en Eschweiler, en la región germana de Renania del Norte-Westfalia en 1955, es la apuesta de los socialdemócratas a presidir la Comisión Europea. En su gira de campaña, ayer aterrizó en Málaga para participar en un mitin con la presidenta andaluza, Susana Díaz, y la número uno de la lista del PSOE, Elena Valenciano.
-Acaba de comenzar la campaña para las elecciones del día 25 y la sensación generalizada es el escaso interés que despierta.
En estos años de crisis, la ciudadanía se ha alejado de Europa.
-No creo que haya una falta de interés, sino todo lo contrario, y la participación va a ser mayor. Durante los últimos cinco años se ha hablado mucho de Europa y esto va a hacer que la gente se interese aún más por estas elecciones y lo que se decide en Europa.
-Las encuestas revelan que el euroescepticismo ha crecido en todos los países, incluso en aquellos tradicionalmente proeuropeos, como España.
-Entiendo que los españoles estén decepcionados con Europa, hay una sensación de injusticia en Europa. Los especuladores han conseguido millones de beneficios por los que no han pagado impuestos y cuando ha habido millones de pérdidas han pagado todos los ciudadanos. Estamos pidiendo enormes sacrificios a la ciudadanía. Por eso, los socialistas debemos estar preparados para demostrar a los ciudadanos que se puede reintroducir el equilibrio social en Europa.
-En este contexto, se vislumbra el resurgimiento de partidos nacionalistas, populistas y antieuropeos, incluso xenófobos. ¿Le inquietan?
-Estoy muy preocupado con estos partidos. Para todas las cuestiones tienen a alguien a quien culpar, un chivo expiatorio, pero ninguna solución. Ese es el problema, que toleremos que estos partidos puedan echarle la culpa de todo a todo el mundo y no les exijamos soluciones. Estas elecciones son una oportunidad para que los partidos democráticos propongan a los ciudadanos soluciones concretas con las que ganar de nuevo la confianza de los ciudadanos.
-¿Hay riesgo de fractura o escisión en la Unión Europea?
-Eso ya está ocurriendo ahora. La lección que nos ha enseñado esta crisis es que se ha producido una ruptura, una división entre países y dentro de esos países entre la propia ciudadanía.
-¿Cómo se combate ese riesgo de ruptura?
-Reintroduciendo el principio en el que se basa la Unión Europea de respeto mutuo. No hay un país que sea mejor que otro. Eso es lo que vemos en lo que está ocurriendo en Ucrania, donde hay un país que es más fuerte que otro y decide sobre este. Lo que yo pienso es que todos somos iguales. Yo quiero una Europa en la que unos países no se sientan superiores a otros. Quiero restablecer el equilibrio entre los países ricos y menos ricos, entre los grandes y los pequeños, y que volvamos a ser socios y amigos en Europa. El partido conservador alemán me critica a mí que sea el agente, el representante, de los intereses de los países del sur de Europa. Esa crítica es un ejemplo de lo que es el nacionalismo.
-La crisis económica y las medidas de austeridad impulsadas desde Europa han provocado el rescate de algunos países y duros recortes, en otros. ¿El Estado del bienestar tal y como era conocido hasta ahora ha desaparecido y ya no volverá?
-Debemos reintroducir el papel del Estado en dos niveles. Solo las personas ricas pueden permitirse tener un Estado débil, porque puede comprarlo todo; la gente normal necesita que el Estado los proteja a ellos y a sus hijos. El segundo papel que debemos recuperar es el del Estado como inversor, que eso ha desaparecido y ha debilitado considerablemente la economía. Por ello, la lucha contra el fraude fiscal y la evasión fiscal serán, junto al empleo, una de mis principales prioridades si accedo al cargo de presidente de la Comisión Europea.
-La UE ha avanzado mucho en lo económico, sin embargo no hay una política común en materia fiscal, de lucha contra el fraude, de política exterior o de salarios mínimos.
-Ya he mencionado la necesidad de una lucha contra el fraude y la evasión fiscal. No tiene sentido discutir únicamente sobre los recortes, tenemos que hablar también sobre las fuentes de ingresos. Voy a proponer a los Estados un principio: el país de tu salario es el país de tus impuestos, el trabajador no puede decir que cobra en España y pagar los impuestos en Portugal, por ejemplo; el empresario sí puede hacerlo. El empresario gana unos beneficios aquí y paga sus impuestos, por ejemplo, en Luxemburgo. La propuesta es que trabajadores y empresarios deben pagar sus impuestos en el país donde obtienen sus beneficios. En segundo lugar, debemos abordar el desempleo juvenil, que está destruyendo la sociedad.
Martin Schulz candidato de los socialdemócratas a presidir la comisión europea
«Solo los ricos pueden permitirse un Estado débil, porque pueden comprarlo todo»
«La lucha contra el fraude y la evasión fiscal, junto al empleo, mis prioridades»