El desinterés marca la cita electoral de ayer en Irlanda y la República Checa
24 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El desinterés de los votantes dominó ayer la cita con las elecciones europeas de Irlanda y la República Checa, mientras se conocía el espectacular avance electoral de los euroescépticos de Nigel Farage en las municipales británicas, que pronostica una amplia victoria en los comicios a la Eurocámara.
Farage prometió un terremoto político y lo ha conseguido. La irrupción del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) es un verdadero seísmo en el mapa político británico. El jefe de la campaña laborista, Douglas Alexander, admitía que el país ha entrado «en una nueva era de cuatro partidos».
Los resultados municipales convierten, por primera vez, al UKIP en un partido con implantación nacional, cuando hasta ahora ni tan siquiera se sentaba en la Cámara de los Comunes. «El zorro de UKIP está en el gallinero de Westminster», anunció eufórico el ultraderechista que quiere al país fuera de la UE y cerrar la puerta a los inmigrantes. «Somos un rival serio», añadió con la vista puesta en las legislativas del 2015 y estrenando su condición de cuarta formación más votada.
El desánimo cundía ayer en los grandes partidos, incluido el laborista, ganador de las municipales aunque con menos porcentaje del esperado. La coalición de Gobierno sufre un desplome electoral. Los conservadores de David Cameron caen, pero los liberaldemócratas de Nick Clegg se desploman. Un batacazo que augura que el partido británico más proeuropeo podría quedarse sin representación en la Eurocámara, donde ahora ocupa 11 escaños.
El UKIP, en cambio, espera pasar de sus actuales 13 eurodiputados a 24, según los sondeos. Este domingo se despejará la incógnita, pero nada hace presagiar que el revés sufrido en Holanda por el xenófobo y antieuropeo Geert Wilders se vaya a repetir ni en el Reino Unido ni en Francia. Cameron descartó ayer cualquier pacto con el UKIP, pero está por ver como afectará a su política. El acoso de Farage fue lo que llevó al premier a prometer un referendo en el 2017 sobre la UE.
Los irlandeses eligieron a sus once eurodiputados, pero no se esperaba una alta participación pese a coincidir con comicios municipales. Los sondeos previos pronostican un castigo a la coalición gobernante, los conservadores de Fine Gael y los laboristas, por sus duras medidas de austeridad en un país rescatado y el avance del Sinn Féin, pese a la detención de su líder, Gerry Adams, durante unos días por un asesinato del IRA en 1972.
Los checos seguirán votando hoy, aunque pronostican una abstención del 65 %. Se prevé el triunfo de los proeuropeos que acaban de llegar al Gobierno: los centristas del magnate Babis y los socialdemócratas.