Feijoo pide a los votantes del PP que revaliden en las urnas las políticas del Gobierno

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Les recuerda que cada uno que se quede en casa «es un voto para la troika de Zapatero, Rubalcaba y Valenciano»

24 may 2014 . Actualizado a las 04:42 h.

Era último día de campaña y tocaba echar el resto para movilizar a los fieles. Y a ello se afanó el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijoo, que agitó todos los fantasmas para convencer a los votantes de su partido de la trascendencia de las elecciones del domingo. Comenzó por la herencia recibida: «Cada votante del PP que se quede en casa es un voto para la troika de Zapatero, Rubalcaba y Valenciano». Siguió por los nacionalismos: «En Euskadi no entiende nadie que votemos a Bildu, que es la papeleta del BNG». Y no dudó incluso en apelar al sentimiento deportivista: «El domingo ganará el Dépor y el PP», dijo para levantar al millar de simpatizantes que abarrotaban el salón principal del Hotel Finisterre, en A Coruña, donde los populares echaron el telón de la campaña.

Todo era poco para recordarles a los suyos la trascendencia de estas europeas, a los que les advirtió de que «este domingo vale por cinco años» y a los que instó a votar al PP porque, dijo, es el único partido capaz de «situar a Galicia no centro da UE».

El presidente de la Xunta opuso su gestión económica a la del PSOE para concluir que los votantes le han premiado «por decir la verdad y hablar de austeridad antes que los demás». Por eso, dice, no es momento de experimentos, sino que toca votar «para evitar que aquello de lo que nos hemos quejado vuelva a ocurrir». Y es que, en su cierre de campaña, los populares hablaron más de Galicia que de Europa. Si Feijoo presumía de presidir el único Gobierno autonómico que no ha necesitado pedir auxilio financiero al Ministerio de Hacienda, el candidato gallego de los populares al Parlamento Europeo, Francisco Millán Mon, sacaba la artillería proporcionada en el último Consejo de Ministros para glosar la «primavera del sector naval gallego», con el corte de chapa del flotel y los nuevos encargos de la Armada.

Un Millán Mon que, según Feijoo, «lleva toda su vida preparándose para ser eurodiputado del Partido Popular en Europa» y no a «refugiarse porque no tiene nada que hacer en la política española» como, dejó entrever, le sucede a Elena Valenciano.

Menos referencias hubo al cabeza de lista de los populares en estas europeas, Miguel Arias Cañete, a quien solo elogió su compañero de candidatura, que destacó su amplio conocimiento de la política europea y de los sectores estratégicos para la comunidad, como el agrícola y el pesquero. Sectores que, según subrayó el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, han visto aumentar su renta en los últimos dos años un 9 % y un 13,4 %, respectivamente, situación que contrapuso con los recortes de los ocho años de gobiernos socialistas.

Frente a estos argumentos, tan solo un deseo de Feijoo: «Queremos que un ministro del PP sea ministro de Europa», aunque sin pronunciar en ningún momento el nombre de su candidato.

Falta de alternativa

Si el presidente de la Xunta centró su discurso en cargar contra la herencia y contra sus rivales políticos en la comunidad, a los que censuró que hayan centrado la campaña en el insulto, sin ofrecer propuestas para mejorar Europa, Millán Mon criticó la falta de una alternativa política para la UE, ya que, aseguró, los votantes todavía no saben cuál es la política económica que quieren aplicar los socialistas.

Un escenario en el que, a su juicio, «la abstención es una irresponsabilidad». Porque si el candidato popular no ve futuro en el PSOE, no fue más benevolente con los nacionalistas y los partidos minoritarios, unos «llaneros solitarios» que «no pintan nada» en una Europa «donde el tamaño importa, importa muchísimo».