El PSdeG elude afear la corrupción al PP en el santuario de las imputaciones y pide «todo» el voto «galeguista e de progreso»
24 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La capital de Galicia, Santiago de Compostela. Por primera vez en un cuarto de siglo, gobierna el PP. Condenado por defraudar a Hacienda 291.289 euros, el alcalde que había iniciado el mandato 2011-2015 cayó sin siquiera cumplir 300 días en el cargo. Su sucesor es sospechoso de haber cometido tres delitos. Un concejal y un asesor han entrado esposados en los tribunales. El 77 % del ejecutivo local figura imputado en diversas causas. A la espera de sentencia, a siete ediles acaban de juzgarlos por prevaricación...
A 36 horas de la apertura de los colegios electorales, fue ese el escenario elegido ayer por el PSdeG para cerrar su campaña del 25-M, la primera con José Ramón Gómez Besteiro al frente de la nave. Parecía la plaza propicia, casi obligada, para elevar el tono del discurso y acabar la fiesta disparando al rival balas de corrupción, para desgastarlo aventando sus miserias entre las togas. Sin embargo, el secretario xeral de los socialistas renunció a ello. Nada, ni una alusión velada. Con la portería vacía y la pelota franca en el área pequeña, no es que la tirase fuera; es que ni chutó. En el fondo de su silencio, el hecho de que este martes, en pleno esprint hacia las urnas, trascendiese que la jueza Pilar de Lara lo investiga por el pago de unas obras en su casa. O sea, indirectamente, la magistrada humedeció la traca final del líder progresista en Santiago.
Besteiro optó por bajar la persiana de estas dos semanas de contienda pidiendo el voto para un partido «que dá a cara, o dos cidadáns», para «dar un pequeno paso que suporá un gran cambio» y para que Feijoo y Rajoy «sintan a porta de saída cada vez máis cerca». «Xa notan -sentenció- o noso alento». Los socialistas, arguyó, son gente «orgullosa», tanto de su pasado como de su presente, y los populares, «rancios», «prepotentes», «os que fuxen e non dan a cara». Y concluyó: «Estamos a nada de gañar».
Junto a él, anoche mitinearon piezas clave del PSOE que fue, José Blanco, y del que tal vez será, Eduardo Madina. El primero encendido y el segundo más pedagógico, ambos coincidieron en reivindicar a Zapatero, en atribuirle el fin de ETA y en poner en valor su España, la de los derechos.
El diputado vasco, además, pronosticó que mañana comenzará «un cambio de ciclo histórico». Entretanto, el de Palas, un experto en estrategias de campaña, gastó sus últimas fuerzas llamando a concentrar todo el sufragio descontento con el PP en la candidatura de la que él forma parte como número 10. «Non se pode perder un só voto. A toda a xente galeguista e de progreso de Galicia dígolle que o voto máis útil é ao PSOE. Hai que votarnos para garantizar o cambio», defendió con la voz casi quebrada.
Previamente, la segunda de Besteiro, Pilar Cancela, se había afanado en aplicar esa instrucción de Rubalcaba de marcar distancias con los conservadores. «¿Como imos ser iguais? Eles teñen como símbolo a gaivota e xa sabedes o que comen as gaivotas», clamó. Aplausos.