Rajoy subraya que la Ley de Abdicación no revisa el modelo de Estado y pide aparcar hoy otras discrepancias

Europa Press

ESPAÑA

En un discurso en defensa de la monarquía, el presidente del Gobierno enmarca el relevo en la Monarquía en la «normalidad» de la España contemporánea

11 jun 2014 . Actualizado a las 14:21 h.

El presidente del Gobierno,Mariano Rajoy, ha subrayado que la ley de Abdicación que se aprobará en elCongreso no revisa el modelo político del Estado previsto en la Constitución, sino que se limita a ratificar la voluntad del Rey de dejar la Jefatura del Estado y ha pedido a los grupos parlamentarios que aparquen por ello otras discrepancias para cuya discusión tienen «ocasiones sobradas» el resto del año. «Lo que espera la nación de nosotros es que atendamos el deber de hoy con sentido de la oportunidad, altura de miras y responsabilidad», ha dicho Rajoy en su intervención ante el Pleno del Congreso para defender el proyecto de ley orgánica.

El presidente del Gobierno ha asegurado que la de hoy es una jornada histórica en la que los parlamentarios deben cumplir lo que manda la Constitución. «Jornada en la que pesan muchísimo nuestros acuerdos y carecen de trascendencia las discrepancias», ha dicho. «No estamos aquí hoy para eso, sino para cumplir la voluntad de los españoles, que eso y no otra cosa es la Constitución», ha añadido.

Rajoy ha admitido que la aprobación de la ley de Abdicación no está «reñida con las críticas», que la Constitución contempla los mecanismos para la reforma, pero ha querido insistir que hoy no es el día ni el trámite para estos debates. «Disponemos de ocasiones sobradas a lo largo del año para subrayar nuestras diferencias», ha recalcado.

Y ha asegurado además que las encuestas indican que la mayoría de los españoles no cuestionan la monarquía parlamentaria sino que ven en ella «el mejor símbolo de launidad y permanencia del Estado» y la «mejor opción que garantiza la imparcialidad, la estabilidad política, la continuidad de las instituciones y en definida la convivencia en paz que es indispensable para el progreso y la prosperidad».

«Normalidad» del proceso

Mariano Rajoy ha querido dejar constancia de la trascendencia del acto parlamentario de hoy, pero también de la «normalidad» con que se produce, palabra que ha repetido en distintos momentos de su discurso. A su juicio, es la demostración de la madurez de lademocracia española para seguir las reglas que se ha dado a sí misma en la Constitución.

Una «normalidad», ha recalcado Rajoy, que no se ha dado en los dos últimos siglos cuando se ha producido la sucesión en la Jefatura del Estado. Ha añadido que los españoles esperan de sus parlamentarios que resuelvan este asunto «con la mismanaturalidad que todas las previsiones del proceso sucesorio» y ha agradecido el apoyo de los grupos que hoy votarán sí a esta ley: «Nos permite ofrecer una imagen de seriedady responsabilidad ejemplares».

En esta línea, Rajoy ha vuelto a la idea de que hoy no se plantea «modificar» nada sino cumplir la ley en una democracia «en la que todo cuanto afecte a la Corona, como todo lo que atañe a las instituciones del Estado, exige la intervención de las Cortes». El presidente ha asegurado además que «nadie entendería» que se incluyera esta previsión en la Constitución de 1978 y «llegada la hora», no se aprobara.

El «impecable» papel del rey

El presidente ha aprovechado también su intervención para ensalzar el reinado de Don Juan Carlos I. «Su empeño por encarnar la concordia de todos, su capacidad para ser el mejor símbolo de nuestra democracia en el mundo, y, no lo olvidemos, el cuidado que ha puesto en la preparación de quien está llamado a sucederle», ha dicho. Rajoy ha asegurado que el avance económico y social del país, convertido hoy en una «economía desarrollada, un país de derechos y libertades, una sociedad abierta al futuro y un actor internacional integrado y respetado» es fruto también del «liderazgo» del rey. «Impecable ejecutor del papel arbitral y moderador que la Constitución asigna», ha dicho Rajoy de él. «Ha cumplido en cada momento los distintos papeles que la peripecia nacional requería con prudencia, con templanza y con firmeza. Se propuso ser el rey de todos y lo logró», ha añadido.

El presidente del Gobierno ha subrayado que Juan Carlos I ha servido con «mesura y discreción» sus obligaciones constitucionales y su marcha constituye así «un momento histórico», un «hito» en la historia de España. «Cambiamos de página, pero seguimos escribiendo el libro de nuestra convivencia», ha dicho.

El príncipe y la diversidad de España

También ha defendido las cualidades y al preparación de quien le sucederá, el Príncipe Felipe, que lleva décadas «conociendo los problemas y las ambiciones de los españoles». «Pero además se ha esforzado en conocer de primera mano, en apreciar y en defender la diversidad de nuestros pueblos y culturas. Don Felipe valora, inmensamente, ese patrimonio de diversidad y entiende la importancia de su contribución a la unidad de todos», ha agregado.