
Montserrat González aseguró ante la Policía que el primer disparo «fue por la espalda. Los otros dos con ella en el suelo. No vi si sangraba»
13 jun 2014 . Actualizado a las 15:03 h.Dos días después de que el juez decidiese levantar el secreto de sumario del caso del asesinato de Isabel Carrasco ya se conocen los detalles que llevaron a Montserrat González a cometer el crimen. Tal y como desvela el Diario de León, Montserrat González confesó a la Policía que se vio «en la obligación de hacer justicia por todo lo que le estaba haciendo a mi hija, porque estaba harta y no podía más».
En su declaración judicial reconoció que no era la primera vez que lo intentaba pero «aunque he coincidido con ella más veces no llevaba conmigo el revolver y ese día pensé que ya no podía esperar más, aunque era consciente de que había demasiada gente».
El motivo principal que alegó Montserrat González para cometer el crimen fue que la «culpa» de Isabel Carrasco en la vida laboral de su hija. «En las oposiciones fue Isabel quien influyó para que le dieran la plaza a otro aspirante. Le había surgido un trabajo de su especialidad en Valladolid e Isabel llamó para que no se lo dieran».
En la ardua defensa que hizo de su hija en su declaración ante la Policía afirmó que Triana «había adelgazado 25 kilos» debido al «acoso al que la sometía Isabel» y aseguró que el médico que la llevaba le había advertido «que podía hacer algo contra sí misma». En su declaración también quiso mantener al margen a su marido y aseguró que no le había contado nada de lo que le ocurría a su hija.
Sobre el día del crimen, Montserrat afirmó que el primer disparo se lo dio por la espalda «Isabel no vio que venía. Los otros dos fueron con ella en el suelo. No sé dónde le di. Isabel no se movió. No vi si sangraba. Después me di la vuelta y me fui». Asegura que después fue «rápido porque estaba fatal, medio ida y entonces vi a mi hija. En ese momento le di el bolso y le dije que lo tirara y que me iba al coche».
Asegura no saber qué hizo su hija con el bolso y afirma que «no había preparado el encuentro con ella para dárselo. «No quiero implicar a mi hija por nada. Para eso me hubiera ido al coche y nos íbamos las dos» relató Montserrat ante la Policía.
En cuanto a la compra del arma, asegura que «la persona se llamaba Armando, de Gijón. Se la compré hace dos años. No fue tan fácil comprarla».
Durante su declaración también quiso quejarse del firme desacuerdo con todo lo que se estaba diciendo de su hija en los medios de comunicación y exigió que «no permanezca detenida», finalizó.