En dos balcones de la calle Felipe V, muy cerca de la plaza de Oriente, tres mujeres agitan banderas y lanzan «vivas» al monarca. Abajo se detiene un grupo que porta una gran pancarta con los colores de la bandera española que reza: «Viva el rey». Un hombre y una mujer la despliegan. Un periodista de un canal de Dinamarca le pregunta a ella cómo se llama. «Ana Marichalar... », responde. Y una señora muy menuda armada con banderines se acerca para chivarse: «Que esta es la hermana de Jaime de Marichalar, hombre». La aludida hace una mueca, sonríe y calla. Prefiere que no la reconozcan. Pero lo es. Es la hermana del que fuera marido de la infanta Elena.
Photocall improvisado
Mientras, decenas de personas que acaban de presenciar el saludo de los monarcas en el palacio de Oriente se detienen ante la pancarta para hacerse una foto con ella sin sospechar la identidad de sus portadores. Españoles, mexicanos, japoneses... «Nosotros somos el photocall del pueblo», bromea Ana de Marichalar. Asegura que la idea de llevar la pancarta fue de su hermano Ignacio, que sujeta la tela en el otro extremo. Han venido con sus hijos. Y añade: «Estamos aquí porque apoyamos al rey y esperamos que le vaya muy bien en su reinado, este es un día muy bonito, muy especial». Su hermano también cree que Felipe VI hará un papel «fenomenal». Ignacio luce una camiseta azul con la palabra «España» a sus espaldas.
Una campeona olímpica
Cerca, en una terraza, un grupo de brasileños apuran sus cañas de cerveza a la sombra. Y uno de ellos exclama: «¿No reconocen a esa mujer? ¡Es famosa!». Pero se levanta y saluda a una compatriota esbelta, de pelo negro recogido en una coleta, vestida con mallas y body deportivos. Es la saltadora de longitud Maurren Maggi, campeona olímpica en los Juegos de Pekín en el 2008. Sus compatriotas se arman con cámaras para hacer las fotos pertinentes. La deportista se presta. Le desean mucha suerte. Y ella mira con curiosidad la pancarta de los Marichalar con una sonrisa. De banda sonora, nuevos «vivas» a Felipe.