El presidente del PPdeG reclama «unha mensaxe moi clara: o que a fai, a acaba pagando»
05 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Locuaz con el expediente Pujol y parco en palabras sobre el caso Bárcenas, pero firme en la defensa de que el Gobierno central, ante el fraude, debe actuar «con todos por igual». Así se mostró ayer el jefe del Ejecutivo gallego en su regreso a las comparecencias públicas tras el descanso estival. De vuelta de las vacaciones, Alberto Núñez Feijoo hubo de enfrentarse a la aparente contradicción entre el furor fiscalizador del ministro de Hacienda con el expresidente de la Generalitat y el pretendido distanciamiento de Cristóbal Montoro respecto a los supuestos delitos del anterior tesorero del PP, actualmente en prisión. Salió del paso muy a su modo: asumiendo las tesis de la Moncloa, pero sin renunciar a las propias.
Rebuscando en el fondo de su armario para calificar la «presunta evasión fiscal e enriquecemento ilícito» de Jordi Pujol, el presidente de la Xunta halló adjetivos de otras temporadas, ya usados: «Impactante», «decepcionante»... «Non é positivo -espetó- para ninguén». Ni para los intereses generales, ni para las instituciones, ni para la política, abundó. Ni tan siquiera para la causa antisoberanista de los populares. Esto último no lo explicitó, pero dejó entreverlo al declarar: «Podo asegurar que, lonxe de aledarnos, nos entristece profundamente estar ante un suposto desta natureza».
Tan grave es la cosa, que, a su parecer, la Administración Rajoy debería actuar contra el antiguo líder de CiU como Montoro prometió esta semana en el Congreso que lo haría: hasta el final, sin reparar en las consecuencias. No en vano, entiende, procede enviar a la ciudadanía desde el poder «unha mensaxe clara: o que a fai, a acaba pagando, con independencia do cargo que ostente ou ostentara». Y todo ello en aras de un «maior fortalecemento da democracia e reforzamento das institucións».
A partir de ahí, su discurso divergió un tanto del más en boga dentro de Génova, que es el silencio sobre Bárcenas. Sin citarlo, casi con un trabalenguas, Feijoo sostuvo que el Ejecutivo no solo tiene que apretar las tuercas a Pujol, sino a todos aquellos que no cumplen con el fisco, militen en la formación en la que militen. «Se o Goberno -concluyó- ten algunha afectación polo partido que o sustenta sobre algunha investigación que afecta a ese partido, en ningún caso podería non actuar».
En cambio, se desentendió de las últimas revelaciones de los investigadores del caso del extesorero, que apuntan a un posible uso de dinero negro por parte del PP de Pontevedra a finales de la década pasada. «Non coñezo absolutamente nada de iso», zanjó.