Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal destacan la ayuda financiera a la Generalitat en vísperas de la intervención de Rajoy hoy en Barcelona
29 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Solo gracias a la ayuda financiera del Gobierno central Cataluña ha logrado financiación para pagar los servicios públicos esenciales. Este es el mensaje coincidente que lanzaron ayer la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en vísperas del discurso que pronunciará hoy Mariano Rajoy en Barcelona en su primer viaje a la comunidad tras el 9-N.
«Menos mal que el Gobierno de España ha estado para suplir muchas de las carencias de la Generalitat», aseguró la vicepresidenta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Preguntada sobre si Rajoy hará hoy alguna «propuesta en positivo», respondió que el Gobierno lleva tres años haciéndoselas a la Generalitat, que «bien lo ha necesitado». La principal, dijo, conseguir que pudiera financiarse para pagar los servicios públicos, la sanidad, la educación, las farmacias e incluso las nóminas de los funcionarios. También recordó las inversiones en infraestructuras, que han permitido que las cuatro provincias catalanes estén unidas por AVE, algo que, dijo, no tienen todas las comunidades; y que el corredor del Mediterráneo sea una de las prioridades del Gobierno. Incluso aludió a los cinco millones que la semana pasada se destinaron al Teatro del Liceo. Es decir, que el Gobierno ha ayudado para tratar de que Cataluña salga del «marasmo financiero en que se encuentra» mientras Mas no se dedicaba a gobernar, sino a profundizar en su deriva independentista.
Asumir la consecuencias
Sobre la querella presentada por la Fiscalía contra Mas, señaló que este sabía perfectamente lo que podía y no podía hacer después de la suspensión de la consulta por parte del Tribunal Constitucional y «ahora tiene que asumir las consecuencias que pudieran derivarse de sus actuaciones», no solo jurídicas, sino también políticas.
Cuando se le insistió en si Rajoy va a proponer hoy alguna vía de solución del conflicto político, Sáenz de Santamaría aseguró que Mas ha abierto una dinámica de la que «cada vez sabe menos cómo salir y cómo enfocar» y no puede pedir ahora a los demás que le den la solución al problema que ha generado.
«Creo que el Gobierno de España es muy bueno para Cataluña», afirmó el ministro de Economía, Luis de Guindos. Señaló que las políticas económicas del Ejecutivo «han producido resultados especialmente positivos en Cataluña», como demuestra que crece y crea empleo por encima de la media española.
Por su parte, De Cospedal, en su discurso de apertura de las Jornadas de Estabilidad y Buen Gobierno en Corporaciones Locales que cerrará hoy Rajoy, hacía hincapié en la misma idea y señalaba que «el compromiso que tiene el PP con Cataluña no tiene fecha de caducidad», pese a lo que calificó como «provocación» del 9-N y el mantenimiento por parte de Mas del proceso soberanista. Para argumentar el compromiso del Gobierno, afirmó que «ha sostenido la economía» de Cataluña, a la que va a seguir ayudando porque tiene todavía «problemas de financiación». Subrayó que ha ayudado, entre otras cosas, a pagar la nómina de las pensiones en Cataluña y a los proveedores y aseguró que el 40 % de los fondos estatales para las comunidades autónomas se lo ha llevado Cataluña. Un total del 24.000 millones de euros, que, dijo, supera el déficit fiscal que reclaman los soberanistas.
Cambio de estrategia de Rajoy
Aunque no lo citó expresamente en su intervención, acusó a Mas de «fracturar Cataluña en lugar de dedicarse a gobernar» y le pidió que le quite el freno a Cataluña, rectifique y cambie de dirección. También cargó contra quienes quieren «convertirse en mitos prefabricados» y buscan «el aplauso subvencionado».
Rajoy pronunciará hoy un esperado discurso tras asegurar hace diez días que debía explicar mejor sus argumentos contra la independencia. Desde entonces ha reiterado que dos tercios del electorado catalán se abstuvieron el 9-N, es decir no respaldaron la secesión.