Dice que no se llevó «ni un duro» y que le hubiera gustado que el PP la arropara
12 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Sonia Castedo es sinónimo de polémica. Lo fueron sus años de mandato al frente de la alcaldía de Alicante y, por supuesto, aún lo fue más su dimisión, tiempo después de ser imputada en el caso Brugal por corrupción. Eligió para ello el día de su cumpleaños, el pasado 23 de diciembre, y un mensaje en su cuenta de Facebook. Pero para dar explicaciones al respecto, la ex regidora -de origen gallego- cambió el salón de plenos del Ayuntamiento por un plató de televisión.
En una entrevista en Telecinco en la noche del sábado, Castedo aseguró que no había recibido ninguna presión del PP «ni a nivel autonómico ni nacional» para que dimitiera, pero que a título personal se sintió «sola» y que le hubiera gustado sentirse «más acompañada» por el partido, ya que «cuando la voz del enemigo acusa, el silencio del amigo condena».
Admitió, sin embargo, que comprendía la posición del PP después de que el caso Brugal saliera a la luz, y señaló que sabía que no iba a ser nuevamente candidata a la alcaldía en las elecciones de mayo, porque «esté de acuerdo o no, el presidente regional de mi partido marca una línea roja» y «no quieren a ningún imputado en las listas».
Respecto a su futuro político, negó que vaya a crear un partido. Al contrario, aseguró que dejará la política definitivamente y trabajará -sin precisar en qué campo, más allá de señalar que tiene varios proyectos «sobre la mesa»- «para poder pagar la hipoteca».
«No me he llevado un duro jamás en mi vida. Podré ser mejor o peor política, pero no me he llevado nada en mi vida, y nadie me acusa de eso», insistió, asegurando que no tiene cuentas en el extranjero y que sintió «incomprensión, indefensión y soledad» por la actitud del PP. Asimismo, dijo que no explicó su dimisión en una rueda de prensa porque no quería «seguir siendo el monigote» ni que se «tergiversaran» sus palabras.