Cientos de mensajes apuntalan la tesis de que el exdiputado de CDC Oriol cobró comisiones ilegales a cambio de sus gestiones
27 ene 2015 . Actualizado a las 05:25 h.«Envíamelo y yo le diré, President, solo que hagas esta llamada y digas esto» o «17 de mayo. Sharp. President» son algunas de las frases de las escuchas intervenidas a Oriol Pujol en que se basa la Fiscalía para acusarle de mediar en beneficio de un empresario amigo, incluso ante el propio Artur Mas. Un centenar de mensajes de móvil y 38 conversaciones telefónicas intervenidas en el sumario de las ITV, apuntalan la tesis del fiscal y la juez de que el exdiputado de CDC Oriol Pujol cobró comisiones ilegales del empresario Sergi Alsina a cambio de sus gestiones a favor de varias operaciones industriales que asesoraba, lo que le ha valido una nueva imputación por un delito de cohecho que se suma al de tráfico de influencias. El pago de esas presuntas comisiones, que habrían ascendido a cerca de medio millón de euros entre los años 2008 y 2012, se enmascaró supuestamente mediante las facturas que la esposa de Oriol Pujol, Anna Vidal, giró a la empresa Alta Partners de Sergi Alsina por trabajos de asesoramiento presuntamente ficticios. En el escrito en que planteó la nueva imputación para Pujol, el fiscal reproduce una lista de conversaciones telefónicas y sms que, en su opinión, demostrarían que Oriol Pujol utilizó su influencia política como presidente del grupo parlamentario de CiU y secretario general de CDC para beneficiar a Alsina, de quien es íntimo amigo. Esas gestiones incluyen, según el fiscal, «el acceso de un empresario particular a la agenda del presidente de la Generalitat», Artur Mas, al que Alsina y Pujol aluden repetidamente en sus conversaciones por su relevancia para el desenlace de las operaciones que el empresario asesoraba, entre ellas los procesos de reconversión industrial de Sharp, Yamaha y Sony. En una de esas conversaciones, con fecha de 21 de noviembre de 2011, Alsina y Oriol Pujol comentan las negociaciones del proceso de reconversión industrial de Yamaha y, tras lamentar que el conseller de Empresa y Ocupación de la época, Francesc Xavier Mena, no favorezca el proceso, hablan de la necesidad de que intervenga Mas. «...si recibe un mail, una nota del president, diciendo escucha agradecemos la predisposición en el proceso de reconversión y que os pedimos que cuidéis de alguna manera (...)», sugiere Alsina, a lo que Oriol Pujol contesta: «Envíame, envíame mañana si te parece el comentario que tú...» y, seguidamente, «Envíamelo y yo le diré, mira President, solo que hagas esta llamada y digas esto y que además añádeme algo de que veo que Seat se ha ido a China ¿no?». «Ya he hablado con Manel Lao»
En otra conversación vinculada a la deslocalización de Sharp, el exdiputado de CiU comenta a su amigo: «Sergi, ya he hablado con Manel Lao hijo. También he hablado con Mas y podría ser que llame a algunos de los dos Laos». En relación a ese mismo proceso de reconversión industrial, el fiscal destaca un «sms» que Alsina envió a Pujol el 28 de abril de 2011 y que afirma: «Él (empresario interesado en la compra de Sharp) querría hacer la presentación al president y a ti en algún momento el 16 o el 17 por la mañana. ¿Puedes encontrar un hueco tentativo en la agenda del President?». Unos días más tarde, Oriol Pujol llama a Sergi Alsina y le informa: «Es un poco justo, 17 de mayo, 13,30. Sharp. President». Otro de los indicios que, según la Fiscalía, demuestran que Oriol Pujol hablaba de este proceso con el presidente catalán es un sms de 30 de mayo de 2011 en el que Alsina dice al exdiputado: «¿Has podido comentar con Mas el resumen de la operación que te di el viernes? Llámame cuando tengas info de la comida. Gracias». El sumario incluye también una conversación de marzo de 2011 en la que Alsina y Pujol comentan que el entonces secretario del Govern y actual conseller de Justicia, Germà Gordó, y Mas serían los interlocutores en el proceso de reconversión de Sharp. En ese contexto, Alsina comenta a Oriol Pujol: «(...) dice que cuando tuvieron esta conversación en diciembre con Lao padre y él, el presidente y Gordó dijeron que tú no estarías en el Govern, que harías carrera política y que los interlocutores serían ellos». En esa conversación, el exdiputado indica a Alsina que se reúna con Gordó y «que quede claro que Oriol ayuda», tras lo que añade (en referencia a la intervención del secretario de Govern): «O son celos o es que me está marcando a mí, eh?». Por otra parte, el fiscal se remite a varias conversaciones que demuestran a su parecer que las facturas que Anna Vidal giraba a Alsina eran para justificar servicios no prestados, por lo que ambos pactaron una remuneración por horas y conceptos «abstractos, como reuniones, preparación de reuniones, conversaciones telefónicas y similares, que no exigen la elaboración de informes». En las conversaciones, Anna Vidal afirma a Alsina: «distribuiré un poco facturación por horas (...) para tenerlo más justificado» y el empresario le indica: «(...) haremos un contrato y con el contrato es más fácil definir una cantidad fija mensual porque si no hay que definir tareas más concretas mes a mes».