Amparo Valcarce, afín al expresidente, se postula para las primarias en Madrid
16 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Sabido es que José Luis Rodríguez Zapatero no es amigo de Pedro Sánchez, y menos que lo va a ser tras el paso dado por Amparo Valcarce, una dirigente del círculo cercano al expresidente del Gobierno, que se postuló ayer como candidata en unas hipotéticas primarias para elegir al candidato socialista para la Comunidad de Madrid. Unas elecciones que, según la dirección del PSOE y la gestora del PSM, no se van a celebrar.
La crisis del socialismo madrileño, y de rebote la del PSOE, lejos cerrarse se aviva cada día. El ya exlíder del PSM Tomás Gómez dio un paso atrás al aceptar no ser el candidato y anunciar que no se presentaría a las primarias, pero movió sus peones. Su número dos en las elecciones autonómicas del 2011 y, sobre todo, persona de confianza de Zapatero, presentó su candidatura a unas primarias en Madrid, un paso, sin duda, consultado con su mentor. Valcarce nunca tuvo cargos de relumbrón en los Gobiernos del 2004 al 2011. Fue secretaria de Servicios Sociales y delegada del Ejecutivo en Madrid, pero siempre gozó de la máxima confianza del presidente. Una relación que viene de años atrás. Zapatero decía hace 15 años, cuando aspiraba a la secretaría general y el PSOE estaba regido por una gestora afín a su rival José Bono y presidida Manuel Chaves, que no se preocupaba por las decisiones de ese órgano de arbitraje en la carrera por el liderazgo socialista porque tenía «una espía dentro». El topo era Valcarce.
El expresidente mantiene una tensa relación con Sánchez, sobre todo a raíz de que el hoy líder del PSOE planteara corregir hace tres meses «el error» de la reforma que pactó con Mariano Rajoy para constitucionalizar los niveles de déficit. Desde entonces, apenas se saludan. Zapatero, además, ha tomado partido por la presidenta andaluza, Susana Díaz, en la todavía larvada lucha por el liderazgo en el PSOE. Del mismo modo que Tomás Gómez y los suyos están convencidos de que Alfredo Pérez Rubalcaba mueve muchos hilos en la operación que condujo a su destitución, el apoyo en la sombra de Zapatero a Gómez era más que una sospecha para líder del PSOE, que hoy ha visto confirmados sus recelos.
«Las urnas deben hablar», afirmó Valcarce, quien aseguró que su «compromiso es firme». Apenas unos minutos después, Gómez aplaudió esas palabras y mostró «mucho respeto» por la decisión de su compañera, de la que dijo tener «la mejor de las opiniones». Remachó además la petición de primarias porque en el PSOE «solo se eligen candidatos democráticamente».
Tranquilidad
Pero su pretensión y la de Valcarce topan con la negativa rotunda de la dirección federal del partido y de la gestora en Madrid a convocar primarias a menos de cien días de las elecciones del 24 de mayo. Lo que está en juego no es, ni por asomo, el control de la federación madrileña, se dirime la solidez del liderazgo de Sánchez.
Fuentes de la ejecutiva socialista se mostraron tranquilas por los movimientos de Gómez y el envite de Valcarce. El presidente de la gestora del PSM, Rafael Simancas, fue muy claro: «El proceso ya está decidido y en marcha». El próximo sábado, la dirección provisional propondrá un nombre a la dirección federal del PSOE. Es, aseguró Simancas, un proceso «legítimo, participativo y democrático».
La gestora de la PSM, según denuncian los seguidores de Gómez, se ha lanzado a una intensa campaña para promover en las agrupaciones socialistas el nombre de Ángel Gabilondo, la persona que Sánchez y la dirección del PSOE quieren para encabezar la lista para la Comunidad de Madrid. Entretanto, Gabilondo, catedrático de Metafísica y exrector de la Universidad Autónoma de Madrid, dice no saber nada. «Si hablan conmigo, lo dilucidaré, pensaré y decidiré», declaró ayer.