Y un lustro después... el primer avión

ESPAÑA

Doménech Castelló | EFE

Un vuelo de Ryanair con Londres fue el primero en aterrizar en Castellón, un aeropuerto inaugurado en el 2011 en el que se gastaron 170 millones

16 sep 2015 . Actualizado a las 01:17 h.

El aeropuerto de Castellón se ha convertido por méritos propios en el paradigma del despropósito y del despilfarro. Desde que en 1997 se comenzó a hablar del proyecto -liderado por el otrora poderoso expresidente de la diputación y líder del PP provincial, Carlos Fabra, actualmente en la cárcel por delito fiscal- se han invertido 170 millones de dinero público para construir un aeródromo que desde su inauguración oficial, en el 2011, solo ha visto como un avión aterrizaba en sus pistas. El primer vuelo regular llegaba ayer de Londres, perteneciente a la línea de bajo coste Ryanair, que negó que reciba ayudas públicas para operar en el aeropuerto a pesar de la investigación abierta por la Unión Europea. 

El avión, un Boeing 737-800 con 189 plazas, que había despegado a las 7.10 horas del aeropuerto londinense de Stansted con el pasaje completo, aterrizaba sin problemas en la pista de Castellón casi tres horas después. Era recibido con honores. Dos motobombas de los bomberos lanzaban chorros de agua en la pista ante un gran despliegue mediático, que provocó las sonrisas del pasaje, visibles cuando bajaba por las escalerillas del avión. Incluso hubo agasajo, un zumo de naranja en la terminal, para aliviar la espera por las maletas. Tras las vallas de aeródromo, un centenar de curiosos aplaudían la llegada de los viajeros. 

El pasaje estaba compuesto básicamente por matrimonios británicos con una segunda residencia en la zona y castellonenses que trabajan en el Reino Unido. Ryanair es, por ahora, la única compañía que opera en el aeropuerto y lo hace con dos líneas. Una que enlaza con Londres -se mantendrá todo el año- y otra a Bristol, que solo estará operativa de marzo a octubre. Ryanair se pone como objetivo alcanzar los 60.000 pasajeros anuales.

Turistas por chistes

En mayo del 2014, el anterior Gobierno valenciano presidido por el popular Alberto Fabra, adjudicó la explotación del aeropuerto de Castellón a la firma SNC-Lavalin. El acuerdo establece que el Gobierno valenciano pagará 24,5 millones de euros al grupo canadiense por llevar aviones al aeropuerto de Castellón durante los próximos nueve años. Lavalin, que gestionará las instalaciones hasta noviembre del 2033,  queda exenta de pagar el canon de explotación mientras no supere la cifra de tráfico de 1,2 millones de pasajeros al año, que no prevé alcanzar hasta el año 2029. 

La compañía canadiense tiene por delante el difícil reto de lavar la imagen del aeropuerto de Castellón,  citado reiteradamente en medios internacionales como ejemplo del despilfarro de fondos públicos en España cuando la crisis económica azuzaba de lo lindo. Tampoco ayudó a dar credibilidad el verbo fácil del autor intelectual del proyecto, Carlos Fabra, quien el 25 de marzo del 2011, dos meses antes de las elecciones municipales, no tuvo complejos en inaugurar el aeródromo, pero sin aviones. «Es un aeropuerto para las personas», llegó a decir. La frase, difícil de olvidar, seguramente estuvo presente en la declaración de intenciones para esta etapa realizada por el nuevo presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner: «los chistes se han transformado en turistas», dijo tras el aterrizaje del primer vuelo.

El billete del vuelo, 39 euros. Y el taxi, 55 euros

A los pasajeros que se desplazaron ayer desde Londres  en el primer vuelo de Ryanair les costó más llegar desde el aeropuerto hasta Castellón que viajar desde la capital británica a la costa levantina. El precio del billete puesto a la venta por la compañía de bajo coste era de 39 euros, casi la mitad de los 55 que cuesta realizar en taxi el trayecto de 32 kilómetros entre la terminal y Castellón. A pesar del elevado coste de la infraestructura, 170 millones de euros, los castellonenses cuentan con la posibilidad de utilizar el aeropuerto internacional de Manises, en Valencia, que se encuentra solo a 77 kilómetros de distancia.