Rajoy afirma que a España «le conviene» que él continúe en el Gobierno

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

benito ordoñez

Hace un balance triunfalista y advierte que no entregará su cabeza si Ciudadanos se lo exige

28 oct 2015 . Actualizado a las 17:23 h.

«Voy a hacer cuanto esté en mis manos para poder seguir gobernando porque es lo que le conviene a España». Mariano Rajoy hizo ayer, inmediatamente después de disolver las Cortes, un balance triunfalista de su gestión en el que se presentó como el único capaz de sacar definitivamente a España de la crisis, mantener la senda de la recuperación y reducir el paro en la próxima legislatura. El presidente del Gobierno compareció para desgranar una larguísima lista de indicadores económicos que demuestran, a su juicio, que la recuperación es un hecho. Aseguró que el empleo, el crecimiento y la confianza fueron los ejes de su gestión y lo seguirán siendo en la próxima legislatura en caso de que siga gobernando. Y, abriendo ya la campaña electoral, advirtió de que «sería muy triste y muy duro» darle «marcha atrás a lo que se ha hecho en estos cuatro años», que ha permitido salir de «un círculo infernal» y superar «una caída sin freno que nos condenaba a la quiebra y a la salida del euro». «España ha sabido superar la mayor crisis sin que nadie quedara al borde del camino», aseguró.

Pactos poselectorales

Si no gano, no lo intentaré. Rajoy no contempla otra hipótesis que la de que él siga siendo el presidente del Gobierno. Lo da por hecho y por eso se permite explicar como será la evolución de la economía en los próximos cuatro años en los que, según dijo ayer, será posible alcanzar los veinte millones de trabajadores, cifra que representa su auténtica obsesión, más allá del porcentaje de desempleo. Aunque no lo diga, es consciente de que para repetir como presidente tendrá que pactar con otros, pero ayer eludió todas las preguntas referentes a posibles acuerdos poselectorales con el argumento de que habrá que esperar a ver «qué dicen los españoles en las urnas». Solo garantizó que en ningún caso intentará gobernar si no gana las elecciones. «Si no soy la primera fuerza, no lo voy a intentar», aseguró con rotundidad.

Futuro político

«Mi cabeza está bien situada». El líder popular se negó también a especular sobre lo que ocurrirá en caso de que el PP gane sin mayoría absoluta. Lo que no contempla es la posibilidad de entregar su cabeza y renunciar a la presidencia del Gobierno si Ciudadanos lo exigiera para pactar con el PP y alcanzar una mayoría. «Yo pretendo seguir vivo una larga temporada y que usted lo vea. Mi cabeza está bien situada y no pienso dejar que nadie la cambie de sitio», señaló al ser preguntado. Y tampoco aclaró si, en caso de no alcanzar la presidencia, se mantendría como líder de la oposición y optaría a seguir presidiendo el PP. Advirtió en todo caso de la «volatilidad» del momento político, que en dos meses puede dar la vuelta a lo que auguran los sondeos.

Cataluña

Respuesta preparada. Calificó el desafío independentista catalán como «el mayor problema» de su mandato y advirtió de que tiene listos todos los pasos a dar en caso de que se produjera una declaración unilateral de independencia porque es su «obligación» como presidente. No aclaró cuáles serán, pero dijo esperar que no haya que tomar «ninguna decisión de esas». Aseguró que él siempre ha estado abierto al diálogo, pero explicó que lo que no puede es «liquidar la ley». «Yo no puedo negociar sobre lo que no me pertenece, sobre aquello que es competencia exclusiva de todos los españoles», que son la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de todos los españoles. «Solo el pueblo español en su conjunto puede decidir sobre ello», dijo.

Corrupción

«Daño y descrédito». Pasó de puntillas por los asuntos de corrupción, limitándose a decir que es «plenamente consciente del daño y descrédito» que causan esos casos «en la percepción de la política por parte de los ciudadanos y en la confianza entre administradores y administrados», extendiendo así la responsabilidad a todos los partidos, y no solo al PP. Y destacó que «jamás se ha actuado con mayor autonomía y libertad» en contra de la corrupción por parte de las fuerzas de seguridad, la Fiscalía y los tribunales, ni se aprobado nunca una batería de reformas tan amplia para combatir a los corruptos.

Reforma constitucional

No irá en el programa del PP. Rajoy ha abandonado definitivamente la idea de que el PP presente su propia propuesta de reforma de la Constitución. Algo que llegó insinuar no hace mucho. Ayer aseguró que la reforma de la Carta Magna no irá en el programa electoral del PP, aunque admitió que hay cuestiones que serían susceptibles de modificación como el orden de sucesión a la jefatura del Estado, el nombre de las comunidades autónomas o la mención a la Unión Europea. «Pero no veo que haya consenso sobre lo esencial que es el modelo territorial», explicó, consciente de que ese será el debate prioritario en cuanto se abra el melón constitucional, y añadió que la reforma no es una prioridad para los ciudadanos.

Debates

«Es mi medio natural». No aclaró si está dispuesto a debatir con los líderes de Ciudadanos y de Podemos, Albert Rivera y Pablo Iglesias, además de con el líder de la oposición, Pedro Sánchez. Aparentado seguridad y falta de preocupación por el tema, recordó que es el político que ha participado en más debates electorales y que este es su «medio natural», pero dejó la responsabilidad en manos de su jefe de Gabinete, Jorge Moragas. «Aquí está el director de campaña del PP. Y, como todo el mundo sabe, yo me pongo a sus órdenes incondicionalmente. O no tanto», añadió con su ironía habitual.

Listas del PP

Estarán «los mejores». A pesar del nerviosismo en las filas populares ante la elaboración de unas listas en las que los escaños asegurados van a menguar, Rajoy no dio ninguna pista sobre el alcance de la renovación, más allá de reiterar su criterio de que en las candidaturas vayan «los mejores». Al ser preguntado por el mayor logro y el mayor error en estos cuatro años, el líder del PP se extendió en el primer capítulo y calló sobre el segundo. Citó el haber evitado el rescate de España como el mayor mérito y el momento en el que le anunciaron que el país crecía económicamente por primera vez en años como la mayor satisfacción.