Artur Mas, quemado; Junqueras, fortalecido; y Ada Colau, clave

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Pilar Canicoba

En unas nuevas elecciones, la lista de Podemos y la alcaldesa podría dar un vuelco al escenario

05 ene 2016 . Actualizado a las 12:13 h.

A no ser que haya un improbable giro espectacular de última hora, Cataluña se encamina a nuevas elecciones, las cuartas en cinco años, que se presentan con varias incógnitas. La primera es si se repetirá la fórmula de Junts pel Sí. La segunda, si se reeditará la candidatura En Comú Podem, que ganó las elecciones generales en Cataluña, y en ese caso si Ada Colau se presentará como candidata.

CDC

Mas se aferra a Junts pel Sí. Artur Mas se ha convertido en el obstáculo para que las fuerzas independentistas sigan adelante con su proceso separatista. Pero no tiene la menor intención de dar paso a otro candidato que cuente con el visto bueno de la CUP, como son Raül Romeva, Oriol Junqueras o incluso alguien de su propio partido. Para él resulta imprescindible seguir y no contempla sacrificarse, aunque está quemado, lo que le retrata como un dirigente aferrado al poder por encima de todo. Además, CDC, un partido sumido en la corrupción, no acepta ningún otro candidato. Mas ya ha hundido a su propio partido, que tenía 62 escaños en el 2010, bajó a 50 en el 2012 y en las últimas elecciones del 27S obtuvo 30 de los 62 de la lista conjunta con ERC respaldada por otras poderosas organizaciones independentistas. El espectacular fracaso se ha saldado con un cambio de nombre en las generales de CDC por Democràcia y Llibertat, que bajó de la primera posición que obtuvo en el 2011 con 16 escaños a la cuarta, con la mitad. La única opción de Mas es repetir la jugada de Junts pel Sí para tratar de lograr la mayoría que le permita ser presidente de la Generalitat. Pero su figura cada vez se empequeñece más, es el político menguante, mientras crece la de Junqueras.

ERC

Junqueras, en alza. Hasta ahora el desgaste del procés lo han asumido en exclusiva Mas y la CUP, mientras Junqueras se ha resguardado en segundo plano. Siempre ha defendido que el candidato a presidente es Mas, entre otras cosas porque así lo dice el pacto que suscribieron. Pero ayer ya surgió la primera voz discordante en los republicanos, Joan Tardá, quien le pidió que se aparte y ceda la presidencia a un candidato de su partido que podría ser Neus Munté. ¿Verbaliza lo que Junqueras no puede decir? ERC ha devorado al partido de Mas. En las generales ya tuvo lugar el sorpasso al triplicar sus diputados en Madrid (de 3 a 9). Si fuera en solitario a las elecciones tendría posibilidades de ganar y tratar de formar una mayoría de izquierdas en defensa del referendo independentista con Colau/Iglesias y la CUP.

En Comú Podem

El factor Colau. La alcaldesa de Barcelona ha demostrado que es un factor que suma votos. Catalunya sí que es Pot se estrelló el 27S sin que Colau hiciera campaña. Con ella en liza, En Comú Podem ganó en las generales. ¿Decidirá presentarse como candidata a la Generalitat con el derecho a decidir, es decir el referendo de autodeterminación, como bandera? No se sabe. Pero el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènec, dijo que la proyección de Colau «va mucho más allá» de la capital catalana. Aunque no diera el paso, si la candidatura de En Comú Podem se presenta como tal y la alcaldesa hace campaña podría protagonizar un gran vuelco. Si ganara el referendo se convertiría en el eje del nuevo escenario político catalán y español.

CUP

Fracturada. Mas no solo está haciendo implosionar a CDC sino también a los antisistema. La CUP se ha fracturado y puede saltar por los aires. De ser una fuerza emergente y en este caso sí completamente decisiva en Cataluña puede pasar a la irrelevancia. La dimisión de Antonio Baños, que defendió tras el 27S que no había mayoría para la independencia y que rechazó la investidura de Mas y ahora dice que se va porque está a favor de la misma, muestra el caos que reina en esta organización. Muchos votantes independentistas nunca perdonarán a la CUP que haya negado su apoyo a Mas, lo que puede traducirse en una huida de parte de su electorado hacia ERC y la marca de Podemos.

PSC

Residual. Hay que reconocer a Miquel Iceta el mérito de evitar el naufragio total del PSC. Pero los socialistas han dejado de ser una fuerza central de la política catalana. La división del PSOE, con Susana Díaz y otros barones defendiendo un discurso netamente españolista, tampoco les beneficia. Su objetivo en unas próximas elecciones sería tratar de recuperar a Ciudadanos los votos que le arrebató, sobre todo en el cinturón de Barcelona.

Ciudadanos

La gran incógnita. El papel de Ciudadanos en unas nuevas elecciones es un incógnita. ¿Repetirá su espectacular segundo puesto del 27S o, por el contrario, caerá al quinto del 20D? Lo que ha quedado claro es que gana muchos enteros cuando las elecciones se plantean como un plebiscito por la independencia. En ese escenario hay muchos votantes que se apuntan al no rotundo que representa Ciudadanos. Otra de sus bazas es que Inés Arrimadas ha logrado consolidarse como líder.

PP

Talón de Aquiles. Cataluña se ha convertido en el gran talón de Aquiles de Rajoy. La sustitución de la desgastada Alicia Sánchez Camacho por el halcón Xavier García Albiol acabó en fiasco el 27S, que se repitió en las generales, en las que el PP fue la sexta fuerza. El discurso de Rajoy solo convence a uno de cada diez votantes catalanes, lo que es muy grave con un desafío independentista en marcha. Su objetivo sería recuperar votos de Ciudadanos y pescar en el electorado del PSC.