La infanta Cristina, primera persona de la familia real que se sienta en el banquillo, apelará a la doctrina Botín en el inicio de la vista oral, que hoy mismo quedará suspendida hasta febrero
11 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Llegó el día. Cinco años y medio después del inicio de la investigación del caso Nóos, arranca hoy el juicio más mediático de la historia reciente de España con nada menos que la hermana del rey Felipe VI y su marido entre los 18 imputados, acusados de haber participado en una trama corrupta que durante casi un lustro se apoderó de más de seis millones de euros públicos a través de concursos asignados a dedo por parte de las administraciones valenciana, balear y madrileña. En un insulso edificio de un destartalado polígono a las afueras de Palma y frente a la cárcel de Mallorca, comienza la vista más esperada con un operativo policial similar al de una cumbre internacional y con un despliegue de medios informativos sin precedentes.
Expectación
Cerca de 600 periodistas y técnicos acreditados de 90 medios diferentes, entre ellos casi una treintena internacionales, dan buena cuenta de la expectación que ha levantado este juicio en todo el mundo. La imagen del primer miembro de la familia del rey sentado en un banquillo ha despertado más interés, incluso, que el paseíllo de Cristina de Borbón el 8 de febrero del 2014.
La exduquesa será el foco de todas las miradas, aunque, en realidad, es la imputada que se enfrenta a menos pena. De hecho, ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado (representante de Hacienda) la acusan de nada. Solo Manos Limpias le pide 8 años de cárcel por ser «cooperadora necesaria» de los delitos fiscales de Urdangarin, quien ocultó al fisco 182.005 euros de IRPF en el 2007 y 155.138 euros en el 2008. Ella, la más buscada, estará sentada en la última fila, a la derecha, separada de su marido, Iñaki Urdangarin, quien se enfrenta a una petición fiscal de 19,5 años de cárcel por un lista de delitos que parece inacabable (prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencias, delitos contra la Hacienda Pública, falsedad, estafa, falsificación y blanqueo de capitales).
La infanta va a pasar, sin duda, el peor trago de su vida hoy, pero ella y sus abogados están convencidos de que este 11 de enero será el único día que la hermana del jefe del Estado se deba sentar en el banquillo. Los letrados Miquel Roca y Jesús María Silva confían en sacarla del proceso en esta primera sesión, reservada a las llamadas «cuestiones previas». Se trata del trámite procesal previo al inicio de la vista oral propiamente dicha, y habitualmente exhibe momentos muy tediosos y técnicos que los defensores aprovechan para buscar defectos en la instrucción que beneficien a sus clientes.
Momento clave y doctrina Botín
Pero hoy, el hecho de que en esas cuestiones previas se plantee la salida de la infanta, convertirá a este trámite en uno de los momentos claves del juicio del caso Nóos. Roca, Silva, pero también el fiscal Pedro Horrach, reclamarán al tribunal la aplicación inmediata de la ya archifamosa doctrina Botín del Tribunal Supremo, aquella según la cual nadie puede ser procesado por fraude a Hacienda si los presuntos damnificados por ese delito (la Agencia Tributaria y la Fiscalía) no se sienten perjudicados ni reclaman nada.
A pesar de las expectativas por esta primera sesión, ninguno de los imputados intervendrán. Será el turno exclusivamente de los abogados y de cuestiones técnicas. La sección primera de la Audiencia Provincial de Palma no decidirá de inmediato sobre si la infanta sigue o no sentada en el banquillo. Las magistradas Samantha Romero, Eleonor Moyá y Rocío Martín tendrán tiempo para resolver esta cuestión jurídica hasta que el 9 de febrero comience el interrogatorio de los imputados. En teoría, la sala podría aplazar la resolución sobre estas cuestiones hasta la sentencia, algo que obligaría a la infanta a seguir en el banquillo durante todo el juicio, pero todas las fuentes consultadas apuntan a que las magistradas decidirán las alegaciones de Roca, Silva y Horrach antes de retomar las sesiones de la vista oral en febrero. Que la infanta siga o no como imputada es «casi intrascendente» para el desarrollo del juicio y los hechos, por los que los acusados se enfrentan a 103 años de cárcel, pero nadie duda que mediáticamente la continuidad o no de Cristina de Borbón en el banquillo marcará los derroteros del juicio más esperado.
Cronología del caso Nóos
Primavera del 2010: Investigación por casualidad. Un convenio del Gobierno balear con el Instituto Nóos por 1,2 millones que aparece en un sumario llama la atención en el juzgado. Diego Torres es llamado a declarar. Se investiga a Nóos.
11 de julio del 2010: Torres destapa a Urdangarin. El exvicepresidente de Nóos, imputado por malversación y ya enemistado con Urdangarin, revela que este se lucró de negocios con los Gobiernos balear y valenciano a través de Aizoon y que usaba la Casa Real para lograr contratos.
Febrero del 2012: Declara Urdangarin. Lo hace como imputado. Exculpa a su mujer de la gestión de Nóos. Se presenta como una víctima de Torres y le declara la guerra, su harakiri judicial.
Noviembre del 2012: Fianzas y correos. La Fiscalía pide a Urdangarin y Torres el pago de una millonaria fianza de responsabilidad civil. Torres bombardea con correos comprometedores para el rey Juan Carlos y altos cargos de la Zarzuela como su asesor y el secretario de las infantas.
Abril del 2013: Imputación de la infanta. El juez imputa a Cristina de Borbón por cooperar en los negocios de su marido. Esto provoca la enemistad del juez con el fiscal Horrach. Torres dice que todo lo supervisaba la Casa Real. Urdangarin exonera a la Zarzuela de toda implicación.
Mayo del 2013: Desimputación y embargo. La Audiencia de Palma suspende la imputación de la infanta pero la señala como colaboradora de un fraude a Hacienda de más de 300.000 euros. Se ordena el embargo de bienes de Urdangarin y Torres por 6,1 millones para cubrir la fianza.
Febrero del 2014: El paseíllo de la infanta. Imputada por delito fiscal y blanqueo, la infanta declara como esposa ignorante durante más de seis horas. Responde con 569 evasivas.
Junio del 2014: Concluye el sumario y se mantiene la imputación a la infanta. La Fiscalía y Cristina de Borbón recurren. Tras la abdicación de Juan Carlos I, con Felipe VI la infanta deja de formar parte de la familia real. La Audiencia de Palma confirma su imputación por delito fiscal y elimina la de blanqueo.
Diciembre del 2014: Petición fiscal y apertura de juicio. El fiscal pide 19,5 años para Urdangarin y el sobreseimiento de los cargos contra Cristina de Borbón. Sí retiene una responsabilidad civil de 587.413 euros, que entrega. El juez dicta apertura de juicio.
1 de junio del 2015: Exduquesa de Palma. El rey Felipe VI retira a su hermana Cristina el título de duquesa de Palma que le había otorgado el padre de ambos, el rey Juan Carlos I, en septiembre de 1997. Todavía ocupa el sexto lugar en la línea de sucesión al trono.
11 de enero del 2016: Comienzo del juicio oral. En el banquillo se sientan además de la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, otras 16 personas, entre ellas Diego Torrres, su mujer y otros familiares, así como el expresidente balear y exministro Jaume Matas.