Evita el desgaste que supone perder la votación de investidura y coloca toda la presión sobre su principal rival, Pedro Sánchez, obligado ahora a negociar contrarreloj con Podemos
22 ene 2016 . Actualizado a las 21:47 h.La renuncia de Mariano Rajoy a someterse a la investidura que le ha propuesto el rey ha cogido al país a contrapié. Aunque esta hipótesis se había planteado hace algunos días, en las últimas horas el entorno del presidente y él mismo se habían afanado en insistir en que el líder del PP sería candidato a la presidencia y que se sometería a la investidura. ¿Por qué, entonces, toma Rajoy esta decisión?
La propuesta de Podemos de formar Gobierno con PSOE. Pablo Iglesias irrumpe hoy presentando al rey una propuesta para formar un Ejecutivo con el PSOE e IU. Es un plan trabajado en secreto y que obliga al PSOE a posicionarse y decidir si apuesta por un «Gobierno del cambio» o no. Como ha apuntado el propio Rajoy en su intervención para explicar las razones de la renuncia, «es un bloque que suma más apoyos»: 89 diputados del PSOE, 65 de Podemos y 2 de IU, frente a los 119 del PP.
Con la renuncia, evita el desgaste que supone perder la votación de investidura. Ver al candidato perder una o dos veces la votación para ser presidente pasaría factura a Mariano Rajoy. A partir de ahí, en el PP podría ganar fuerza emular a Convergencia y a Artur Mas. Es decir, sacrificar la cabeza de Rajoy y buscar un candidato alternativo que pudiese concentrar suficientes apoyos.
Rajoy descarga la presión en Pedro Sánchez. Será otro candidato, probablemente Pedro Sánchez, el que tenga que someterse a la investidura, teniendo que negociar contrarreloj y bajo mucha presión un pacto que le asegure los apoyos necesarios para ganar.
Rajoy confía en los barones socialistas. Algunos barones regionales, como Susana Díaz o Fernández-Vara, y miembros históricos del partido como Felipe González han reiterado en público y en privado sus reticencias a que el PSOE gobierne con Podemos. El próximo sábado se reúne el comité federal del PSOE con el objetivo de fijar la fecha para celebrar el congreso socialista, pero no hay muchas dudas de en ese foro los líderes regionales del partido establecerán las líneas rojas que no puede traspasar Pedro Sánchez en sus negociaciones. Las esperanzas y las expectativas de Rajoy pasan por que esas condiciones que le impongan hagan imposible un acuerdo PSOE-Podemos-IU.
Gana tiempo mientras permanece en la sombra. Si algo ha caracterizado siempre a Rajoy ha sido su estrategia para solventar los problemas: dejar pasar el tiempo y que las aguas vuelvan solas a su cauce. Y es lo que volverá a hacer. Permanecerá en la sombra mientras sus rivales negocian, pelean, se queman... Rajoy asume el riesgo de que consigan llevar el pacto a buen puerto, pero tiene la esperanza de que no logren cerrar ningún acuerdo. Entonces sería su momento, Rajoy saldría de las sombras para presentarse como la única opción razonable de Gobierno y forzaría los apoyos necesarios para ser investido.
Las presiones internacionales. No hay muchas dudas de que Europa va a ejercer toda la presión que pueda para impedir una alianza del PSOE con Podemos. Que España incumpla sus obligaciones de déficit y que sea más laxa con los recortes, no es el escenario más deseado por las autoridades europeas. Y tener otra Syriza con mando en otro país miembro, tampoco.