Ciudadanos advierte al PP de que «no se puede tocar ni una coma» de sus seis condiciones
ESPAÑA
Los populares insisten en introducir matices a la propuesta presentada por la formación de Rivera
13 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque el comité ejecutivo del PP dirá probablemente sí a las seis condiciones que ha planteado Ciudadanos para empezar a negociar su voto favorable a la investidura de Mariano Rajoy, la incógnita es la fórmula que empleará para hacerlo. Si será un sí sin más o vendrá acompañado, como han apuntado ya varios dirigentes populares, de matices y condicionantes. Pero Ciudadanos no parece dispuesto a aceptarlo. «No se puede tocar ni una coma», advirtió ayer Fernando del Páramo. «Esas condiciones o se firman o no se firman, cualquier aspirante a la presidencia de España debe firmarlas con los ojos cerrados», añadió el secretario de Comunicación de la formación naranja. La justificación que da el partido de Rivera para no admitir ninguna variación es que no se fía de Rajoy ni del PP, porque no han luchado contra la corrupción mientras ha gobernado.
Sin embargo, el vicesecretario general Fernando Martínez-Maillo insinuó que el PP aceptará las condiciones de Rivera, pero advirtió de que estas tienen «sus consecuencias, sus tiempos y también sus consensos». «No todo tiene una contestación en sí o en no, la vida no es así, no es todo blanco y negro», señaló, aunque admitió que el PP tendrá que decantarse. El día anterior, otro de los vicesecretarios generales, Pablo Casado, aseguró que el PP podría responder a las exigencia de Rivera con una «alternativa asumible».
Medidas cuestionadas
Rajoy ya dejó claro que la eliminación de los aforamientos de los políticos requiere necesariamente una reforma constitucional y que los cambios en la ley electoral que exige Ciudadanos tendrían que se consensuados. En ambos casos su plasmación no dependería solo de la voluntad de su partido, sino que requeriría la participación de los socialistas. Además, varios dirigentes populares, entre ellos Martínez-Maillo, han cuestionado que se deban suprimir los aforamientos de los políticos, ya que quedarían expuestos a la presentación de querellas «partidistas» que solo pretenden dañar su imagen que podrían ser aceptadas por determinados jueces. También que se tenga que apartar automáticamente a los imputados. Pero a Rajoy no le queda más remedio que aceptar las exigencias de Rivera si quiere negociar.
Sin fecha de investidura
Otras de las condiciones sine qua non puestas por Rivera sobre la mesa como paso previo a sentarse a negociar es que Rajoy fije la fecha de la sesión de investidura. El PP, sin embargo, no da por hecho que se conozca el mismo día 17 en la reunión de la ejecutiva popular. «La investidura tiene un objetivo, que es el de formar el Gobierno, pero si no existen esas garantías, habrá que ver cuándo se plantea esa fecha en el momento procesal oportuno», afirmó Rubén Moreno, uno de los portavoces adjuntos del PP en el Congreso. Tras reunirse con Rivera, Rajoy fue deliberadamente ambiguo. Cuando se le preguntó si se presentaría a la investidura aunque no cuente con los apoyos suficientes, respondió «ya veremos». Luego señaló que la fecha se sabría después de la reunión del comité ejecutivo.