El PP y Ciudadanos comenzaron ayer a negociar el pacto de investidura tras la firma de las seis condiciones de regeneración democrática y lucha contra la corrupción impuestas por Albert Rivera. Con la firma de esas exigencias, el PP se compromete a suspender a los cargos públicos imputados por corrupción, impulsar las reformas necesarias para eliminar los aforamientos a políticos, apoyar el aumento de la proporcionalidad en la ley electoral o celebrar una comisión parlamentaria no solo sobre el caso Bárcenas, sino que abarcaría toda la presunta financiación ilegal de su partido. Estas condiciones se deberán tramitar durante los tres primeros meses de la legislatura.
Los equipos de ambas formaciones se reunieron por la tarde para iniciar una negociación dividida en cuatro bloques: política económica, reformas institucionales, política educativa y política social.
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El temario económico se centrará en el empleo, los Presupuestos, el techo de gasto y un acuerdo de estabilidad; se buscará un gran pacto por la educación y la ciencia; un bloque social sobre el sistema de pensiones, de la sanidad, el Pacto de Toledo y la lucha contra la pobreza. Y un cuarto bloque sobre el fortalecimiento de las instituciones, la lucha antiterrorista, la financiación autonómica y la regeneración democrática.
En la primera reunión participaron, por parte del PP, Fátima Báñez, Fernando Martínez-Maílllo, José Antonio Bermúdez de Castro, Álvaro Nadal, José Luis Ayllón y Dolors Montserrat. Por parte de Ciudadanos, José Manuel Villegas, Juan Carlos Girauta, Miguel Gutiérrez, Melisa Rodríguez y Tony Roldán. En próximas reuniones ambas formaciones incorporarán distintos representantes. Tras el encuentro de ayer, que duró en torno a una hora, los equipos negociadores volverán a verse el próximo lunes. Según ambas partes, durante el fin de semana intercambiarán propuestas para articular próximas reuniones. De esta forma quedaría poco más de una semana para llegar a un acuerdo que desemboque en el sí de Ciudadanos a la investidura del líder del PP, que se da por hecho. «Tenemos una semana y no vamos a perder ni un segundo», aseguró el portavoz de la formación naranja, Juan Carlos Girauta.
No exhaustivo
El dirigente de Ciudadanos admitió que el pacto con el PP será menos ambicioso que el que su partido suscribió con el PSOE. «Sucede que esto no es un pacto de Gobierno. Por tanto, no tiene por qué ser exhaustivo. Puede ser amplio, tocar muchos ámbitos, pero no todos los de la cosa pública», señaló.
El PP y Ciudadanos prevén una negociación exprés, con un borrador de acuerdo que estaría listo el próximo viernes y recogería medidas no demasiado detalladas, porque su aprobación en el Congreso, si arranca la legislatura, siempre exigirá el beneplácito de otros partidos. Los dos equipos se comprometieron a ser flexibles y eludir las líneas rojas para facilitar el entendimiento.
En todo caso, tanto populares como Ciudadanos hablan como si el pacto de investidura se hubiera alcanzado ya y solo faltara su escenificación en las negociaciones.