Aunque jueces y tribunales juzgarán e instruirán este otoño asuntos del pasado reciente del PP, es indudable que las imágenes desgastarán a los populares
05 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El PP afronta un oscuro horizonte judicial. Las pesadillas de Rajoy con los rostros de Luis Bárcenas, Rodrigo Rato o Rita Barberá volverán a ocupar el primer plano en uno de los momentos más delicados. Aunque jueces y tribunales juzgarán e instruirán este otoño asuntos del pasado reciente del PP, es indudable que las imágenes desgastarán a los populares. En este octubre negro del PP aparecerán sentados en el banquillo de los acusados un exvicepresidente del Gobierno como Rodrigo Rato o los extesoreros populares desde 1987 hasta el 2010, Ángel Sanchis, Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas.
En el caso de Rato, a partir del día 30 un tribunal de la Audiencia Nacional comenzará a interrogar a los 65 usuarios de las llamadas tarjetas black, juzgados por apropiarse del patrimonio de la extinta Cajamadrid a través de un sistema «opaco». Previsiblemente inaugurarán la vista oral los expresidentes de la entidad Miguel Blesa y Rodrigo Rato, para quienes la Fiscalía Anticorrupción pide seis y cuatro años y medio de cárcel.
Un juicio muy esperado
Solapado en el tiempo con este juicio, el 4 de octubre comienza la vista del año en la Audiencia Nacional: 39 acusados por la trama Gürtel se sentarán en el banquillo por las actividades supuestamente corruptas de la primera época de la red, 1999-2005, bajo el paraguas de administraciones gobernadas por el PP. Han ocasionado un daño considerable al PP (la instrucción se ha alargado siete años) y a la imagen de Rajoy con los «papeles de Bárcenas».
En una fase procesal más prematura pero políticamente relevante se encuentra el caso de Rita Barberá. La senadora y exalcaldesa de Valencia está a la espera de que el Supremo decida si abre o no una causa por blanqueo de capitales en el marco de la operación Taula.
En el tintero quedan dos asuntos no menos importantes. La pieza secreta del caso Púnica referida a la supuesta financiación irregular del PP de Madrid; y la causa del borrado de los ordenadores que usó Bárcenas en su despacho de Génova 13, la sede nacional de los populares.