La exalcaldesa pone en aprietos a su gran amigo Rajoy

e. c. MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Juan Carlos Cardenas | efe

También va a ser un problema recurrente para Alberto Núñez Feijoo y Alfonso Alonso de cara a las elecciones del 25S

15 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Rita Barberá asegura en el comunicado con el que informó que pide la baja en el PP pero no entrega su acta de senadora, que así demuestra una vez más su entrega al partido. Pero la exalcaldesa de Valencia le ha hecho un flaco favor, ya que continúa como aforada en el Senado. Es decir, no desaparece de la escena, como quería la cúpula popular, y sigue siendo una patata caliente para Mariano Rajoy, que ahora tendrá la excusa de que no puede pedirle el acta porque ya no pertenece al partido, y dará como buena su decisión. Nadie puede obligarla a dejar el escaño porque legalmente le pertenece. Pero es que Rajoy tampoco se lo ha pedido. Al menos que se sepa.

El presidente del Gobierno en funciones ha evitado en todo lo posible el caso Barberá, que tiene el carné número tres del PP, porque fue su mujer de máxima confianza en la Comunidad Valenciana durante muchos años, un apoyo fundamental para que conservara su liderazgo cuando los críticos le querían mover la silla en el 2008 y es muy amiga suya. Al igual que lo es de José Manuel Soria, cuya designación defendió antes de que se viera obligado a forzar su renuncia al Banco Mundial.

Recado a Alonso

También va a ser un problema recurrente para Alberto Núñez Feijoo y Alfonso Alonso de cara a las elecciones del 25S. Barberá se permite el lujo de enviarles el recado, en especial a Alonso, que es el que más difícil lo tiene en las elecciones, de que con su renuncia a seguir en el PP no podrán ampararse en ella para «esconder sus resultados políticos y electorales». Darse de baja en el PP tiene un peso político y además es muy doloroso para Barberá, que pone fin a 40 años de militancia, pero lo que cuenta más es que se queda con el escaño, que le asegura la protección que supone el aforamiento. Un escenario negativo para el partido al que viene a decir que le está haciendo un favor.

Al PP se le acumulan los casos. El que afecta a Barberá continúa abierto, al igual que el de la designación y renuncia de José Manuel Soria, que no zanjaron, ni mucho menos, las contradictorias explicaciones de Luis de Guindos. Y en octubre comenzarán una serie de juicios que afectan directamente al PP. Mientras, España sigue sin Gobierno en plenas funciones.