Rajoy confirma que Maillo llevará el día a día del PP porque él y Cospedal no pueden
ESPAÑA
La secretaria general niega que suponga una pérdida de poder
14 feb 2017 . Actualizado a las 08:47 h.Ni Mariano Rajoy, con despacho en la Moncloa, ni María Dolores de Cospedal, en el Ministerio de Defensa, podrán llevar las riendas del día a día del Partido Popular. «Ninguno de los dos vamos a estar allí al frente», reconoció ayer el líder de los populares. En realidad, el partido nacido del 18.º congreso es una organización con sus más altos cargos instalados fuera de la sede central. Y en estas circunstancias, la sede de la calle Génova ha quedado desde el pasado fin de semana en manos de Fernando Martínez-Maillo.
El nuevo coordinador general es la solución que ha encontrado Rajoy al debate sobre la acumulación de cargos. Ascender a quien hasta ahora ejercía de vicesecretario de organización ha permitido al presidente ahorrarse el trago de tener que apartar a su número dos, persona de su máxima confianza desde aquel congreso del 2008 en el que su liderazgo a punto estuvo de zozobrar. En términos generales, tanto Rajoy como Cospedal entienden la reivindicación de poner límites al pluriempleo en las estructuras del partido, pero siempre hay salvedades. Ellos son, precisamente, una de esas «excepciones». A partir de ahora, solo resolverán aquellos asuntos mayores que requieran su presencia y decisión en el PP. Porque los planes del presidente pasan por dedicarse a la formación «un poco los fines de semana y los lunes», día de comité de dirección.
La fórmula elegida le resulta «sensata» a la número dos de los populares, que recordó que en todos los niveles hay dirigentes que compaginan cargos, y se esforzó en aclarar que no pierde competencias ni poder tras la creación de una coordinación general. «A mí me hace falta una persona que pueda estar todos los días», justificó Cospedal. Martínez-Maillo será esa persona «a tiempo completo», como apuntó él mismo. Aun así, el nuevo hombre fuerte del partido tranquilizó: «Nada cambia».
Revisión por un notario
Pero el malestar de algunos sectores por el cúmulo de responsabilidades que asume la secretaria general ha sobrevivido al congreso. La batalla del concejal de San Clemente (Cuenca) que presentó la enmienda anti-Cospedal entró ayer en una nueva fase. Francisco Risueño, que cuestiona el método por el que se rechazó su propuesta de una persona, un cargo, ha pedido que un notario revise las grabaciones del momento de la votación. «Si existen, habría que darlas», respondió la ministra. Pero la dirección pone en duda que las cámaras estuvieran funcionando en una discusión a puerta cerrada. Rajoy trató de dar por zanjado un debate sobre el que «se han mantenido posiciones muy exageradas». El presidente no cree que la propuesta de Risueño fuera contra Cospedal, aunque se le citaba con nombres y apellidos, y sitúa el origen de este tipo de enmiendas en «organizaciones provinciales y por razones» ajenas a este caso.