Trece años años después de los atentados, ocho de los culpables están ya en libertad
11 mar 2017 . Actualizado a las 17:30 h.El 17 de julio del 2008, el Tribunal Supremo dio a conocer la sentencia condenatoria a 18 procesados por los atentados del 11 de marzo del 2004 en Madrid, la mayor masacre terrorista en suelo europeo. Hoy se cumplen 13 años de aquella acción criminal que mató a 192 ciudadanos y dejó 1.991 heridos, que serán recordados en diferentes actos civiles y religiosos previstos en toda la Comunidad de Madrid.
De los 18 condenados en firme por los atentados (cuatro fueron absueltos por el Supremo), hoy siguen en prisión diez. Siete quedaron en libertad tras cumplir su castigo antes del décimo aniversario de la masacre, ya que fueron condenados a penas que iban de los tres a los diez años de cárcel. El 16 de marzo del 2014 salió del centro penitenciario del Puerto de Santa María (Cádiz) el octavo condenado. Se trataba de Rafá Zouhier, el marroquí exconfidente de la Guardia Civil que puso en contacto a los mineros asturianos que ofrecían dinamita con la célula yihadista liderada por Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, el Tunecino, que perpetró el atentado (colocaron 14 artefactos explosivos en cuatro trenes de cercanías de Madrid, de los cuales explotaron 13 y uno, la famosa mochila de Vallecas, fue una prueba clave para las condenas) y que se inmoló en un piso de Leganés junto a otros seis terroristas.

Pese al intento de Zohuier de quedarse en España -se casó con una nacional meses antes de salir de prisión-, fue expulsado a Marruecos. El próximo día 21 le acompañará Hamid Ahmidan, que será excarcelado tras cumplir 12 años en el centro penitenciario de Villabona (Asturias). Actualmente disfruta ya de un régimen ordinario, es decir, con un tratamiento de preso común debido a su reconocimiento y arrepentimiento de los hechos. Inicialmente, fue condenado a 23 años, pero el Supremo le quitó una delito contra la salud pública, por el que le impusieron 11 años de cárcel. Según los hechos probados, tenía las llaves de la casa de Morata de Tajuña, donde ayudó a excavar los zulos para guardar los explosivos.
Primo de Jamal Ahmidan, el Chino, inmolado en Leganés, este hombre nacido en Tánger hace 39 años será expulsado a su país tras poner un pie en la calle en aplicación de la ley de extranjería, cuyo artículo 57.2 afirma que «constituirá causa de expulsión el extranjero que haya sido condenado, dentro o fuera de España, por una conducta dolosa que constituya delito sancionado con pena privativa de libertad superior a un año».

Este año, el 25 de octubre, también será excarcelado y expulsado a Marruecos Saed el Harrak tras cumplir de forma íntegra los 12 años que le impuso el Supremo. Está en primer grado penitenciario en la cárcel de Mansilla de las Mulas (León), y no ha obtenido ningún beneficio por su falta de arrepentimiento. Su detención se produjo después de que su número de teléfono fuera encontrado entre los restos del piso de Leganés. Declaró que solo era amigo de dos de los suicidas, pero le atribuyeron un delito de integración en organización terrorista.
El próximo será el marroquí Hasan el Haski, quien será excarcelado el 3 de junio del 2019 de la cárcel de Villena (Alicante) después de cumplir una condena de 14 años de prisión por integración en banda terrorista.