Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

ERC deja solo al PDECat y se une a la oposición para exigirle que acuse a Convergència en el caso Palau

Cristian Reino, Nuria Vega / Colpisa BARCELONA / MADRID

ESPAÑA

TONI ALBIR | EFE

Sáenz de Santamaría aprovecha la división en Junts pel Sí para preguntar a los nacionalistas quién es ahora el interlocutor

18 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El proceso soberanista lo justificaba casi todo en el independentismo hasta hace bien poco; Esquerra asumía el desgaste de ir en coalición con el centroderecha y miraba para otro lado cuando un juez abría una causa por corrupción contra sus socios. Pero ante la cercanía de unas elecciones que parecen inevitables y ante el riesgo de aparecer como cómplice con la corrupción, el partido de Oriol Junqueras ha dicho basta y el miércoles dejó solos a sus aliados del PDECat. Esquerra rompió la unidad de Junts pel Sí, ignoró la decisión tomada el día anterior por «consenso» en el Gobierno catalán y se sumó al resto de los grupos de la Cámara catalana para respaldar dos resoluciones de la CUP y de Catalunya sí que es Pot, que fueron aprobadas por amplias mayorías y que instan al Ejecutivo catalán a personarse como acusación en el juicio del caso Palau y acusar a Convergència. La treintena de diputados convergentes se abstuvieron.

La Fiscalía sostiene que esta formación pudo llevarse 6,6 millones del expolio de la entidad cultural, por lo que está acusada de ser responsable a título lucrativo. En cambio, el Consorcio del Palau, en el que están representados el Gobierno central, el catalán y el Ayuntamiento de Barcelona, decidió el viernes pasado que CDC no tenía que ser acusada. A esa reunión no asistió nadie del Ministerio de Cultura, lo que ha levantado sospechas.

Esquerra se cobró la venganza este miércoles, haciendo saltar por los aires la unidad de Junts pel Sí y dejando una imagen inédita, la del grupo secesionista repartiendo el tiempo en el debate entre tres diputados, el de ERC, el del PDECat y el de los independientes. Una imagen de ruptura, semanas después de que Puigdemont y Junqueras se conjuraran para llegar juntos hasta el referendo.

Entretanto, el abogado del Consorcio no acusó a Convergència en el juicio, en el que se presentaron las conclusiones y en el que además de juzgar el expolio perpetrado por Félix Millet y Jordi Montull se dirime si CDC se financió de manera ilegal.

El fiscal aumentó la petición de pena para el extesorero de CDC Daniel Osàcar, para quien pide ocho años de prisión. El fiscal trata de demostrar que la constructora Ferrovial, a través el Palau, abonaba una comisión (del 4 % según Millet y Montull) a Convergència a cambio de la adjudicación de obras entre 1999 y 2009. El ministerio público pide para Millet 14 años y una multa de 20 millones, y para Montull, diez años.

En medio de división de Esquerra y PDECat y a cinco días de que Carles Puigdemont aterrice en Madrid con su última oferta al Gobierno para negociar un referendo, Soraya Sáenz de Santamaría puso en cuestión que el presidente de la Generalitat sea la persona con la que dialogar. «Ustedes tienen al señor Rajoy por nuestro lado, ¿y por su parte? ¿Quién es el interlocutor con futuro para hablar sobre Cataluña?», preguntó al PDECat en el Congreso. El Ejecutivo, que siempre ha buscado una brecha que explorar en el bloque soberanista, ahondó así en la «división» entre la antigua Convergència y su socio, Esquerra.