¿Vieron Paula y Marc algo que no debían en Susqueda?

EFE

ESPAÑA

Atlas TV

La investigación del doble crimen del pantano de Susqueda se centra en analizar las cámaras de seguridad de la zona y el perfil de los posibles asesinos

15 oct 2018 . Actualizado a las 18:54 h.

Los dos cadáveres hallados el martes en el pantano de Susqueda, donde se buscaba a la pareja de jóvenes desaparecida el pasado 24 de agosto, estaban desnudos y presentan signos claros de violencia, según los investigadores, que trabajan con la hipótesis de que se trata de un doble crimen. La policía cree que se usó más de un tipo de arma para atacar a la pareja y que, al menos, serían dos los criminales que acabaron con sus vidas y que intentaron que los cadáveres desaparecieran bajo el agua del pantano, con mochilas llenas de piedras.

El inspector Jordi Domènech, al frente del área de desaparecidos de los Mossos d'Esquadra, ya confirmó que todo apunta a que los cuerpos corresponden al de Marc H.L., de 23 años y vecino de Arenys de Munt (Barcelona), y Paula M.P., de 21 años y vecina de Cabrils (Barcelona). Sin embargo, ha resultado imposible tomar las huellas dactilares después de que los cadáveres hayan permanecido más de un mes bajo el agua, por lo que es posible que se opte por otras opciones como análisis de las dentaduras o una prueba de ADN. La autopsia se practicará este jueves.

El cadáver del hombre fue sumergido con una mochila llena de piedras y tiene diversas heridas en el tórax y en las manos. Inicialmente, los investigadores pensaron que esas heridas se habían infligido con un cuchillo. El cuerpo de la mujer, que también apareció desnudo y con signos evidentes de violencia, estaba sobre una de las paredes del embalse, lo que lleva a los investigadores a sospechar que a la joven también le pusieron una mochila con piedras, pero que se le soltó. Esa circunstancia produjo seguramente que su cadáver subiera antes a la superficie y que, al bajar varios metros el nivel del agua al final del verano, quedara en el exterior sobre uno de los límites del pantano. Ese relato coincide también con que su cuerpo sea el que se encuentra en peor estado, ya que quedó expuesto al sol y a otras inclemencias meteorológicas.

Los agentes responsables del caso han localizado una especie de agujero en el cadáver de la joven que, a falta de las respuestas que ofrezca la autopsia, podrían corresponder a un golpe con algún objeto contundente, un arma blanca o, incluso, una de fuego. Ahora, los investigadores tratan de localizar la ropa que vestían las víctimas y las armas con las que se cometieron los crímenes para contar con nuevos datos que permitan dar con los asesinos.

Los dos jóvenes se encontraban de vacaciones en el momento de la desaparición y tenían previsto visitar Tamariu, en Palafrugell (Gerona), y el Montseny, así como hacer una excursión en un kayak, propiedad de Marc H.L., por el pantano de Susqueda. Esa embarcación también se encontró en el agua medio desinflada, al igual que el coche en que viajaban, después de que se les hubiese visto por última vez en un restaurante próximo después de una extracción de un cajero automático de La Cellera de Ter.

La forma en la que apareció su coche, sumergido en el fondo del pantano, fue clave para la investigación.  Los dos jóvenes viajaban en un coche azul Opel Zafira, que fue encontrado hundido a seis metros de profundidad en el pantano, en el cual se confirmó que no había nadie dentro. El conseller de Interior, Joaquim Forn, ha afirmado este miércoles que el coche de la pareja de jóvenes desaparecidos que fue hallado hundido en el pantano de Susqueda «no cayó por accidente», sino porque «alguien lo empujó». En el coche se halló una piedra pero se desconoce si ya estaba dentro al caer o entró mientras el coche rodó hacia el pantano. En cualquier caso, no se puede confirmar que estuviera colocada en el acelerador o en otro mecanismo del coche, han indicado fuentes cercanas al caso, ya que una de las ventanillas del vehículo estaba abierta. Asimismo, se encontró en el turismo una nota con reflexiones pero se rechaza que fuera una despedida o nota de suicidio.

La zona en la que supuestamente se produjo el doble crimen es de bosque cerrado y escenario de fiestas nocturnas que han generado molestias entre los vecinos. La pesca ilegal es habitual también en este área del pantano, donde hay diversas masías ocupadas.