Los participantes en las concentraciones corearon proclamas contra Puigdemont, Trapero o el referendo
01 oct 2017 . Actualizado a las 02:16 h.Unas 5.500 personas, según la Guardia Urbana, se han concentrado frente a la sede del Gobierno catalán y del Ayuntamiento de Barcelona en favor de la unidad de España y contra el referendo de autodeterminación previsto por la Generalitat para este domingo.
Los manifestantes, que se oponen a la celebración del referendo ilegal convocado por el Ejecutivo encabezado por Puigdemont, se han desplazado por el centro de la Ciudad Condal desde la plaza Urquinaona hasta la plaza Sant Jaume en una marcha en la que exhibieron multitud de banderas españolas, y algunas catalanas y de la Unión Europea, así como banderas con la cruz de Borgoña, de la Legión y alguna con símbolos fascistas como la cruz celta.
Uno de los momentos más destacados de la marcha se ha producido cuando han pasado ante la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, situada en la Via Laietana, donde los manifestantes han aplaudido y vitoreado a los policías que allí se encontraban y que han agradecido este hecho saludando a los manifestantes.
A su llegada a la plaza Sant Jaume, un manifestante se ha encaramado a uno de los ventanales del Ayuntamiento y ha intentado arrancar la pancarta con el lema «Més democràcia» que luce en la fachada del consistorio, y otros han arrojado huevos contra la fachada.
También han arrancado una pancarta de Òmnium Cultural que estaba desplegada en un edificio de la plaza, en la esquina con la calle Ferran, y han quemado una estelada frente al Palau de la Generalitat.
Los participantes en las concentraciones apoyaron a viva voz a la Guardia Civil y a la Policía Nacional y corearon varias proclamas contra Puigdemont, Trapero o el referendo y a favor de la unidad del territorio español. «Trapero, dimisión», «Viva la Guardia Civil», «Puigdemont a prisión» y «No vais a votar, referendo ilegal» fueron algunas de las más repetidas.
Además, también acusaron de manipulación a TV3, la televisión pública catalana, criticada desde diversos sectores por su parcialidad a favor del referendo convocado por el Govern.
La movilización fue convocada por las entidades D'Espanya i Catalans, Españoles de a Pie y Sí a España.