El agente de la UCO niega el chivatazo a Granados: «Yo no le comenté que le estaban siguiendo»

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Asegura que solo le dijo que se estaba haciendo una investigación en Valdemoro y que no conocía a Marjaliza «de nada»

14 nov 2017 . Actualizado a las 15:45 h.

El guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino, investigado en la primera pieza que se juzga de la trama Púnica, ha insistido en diversas ocasiones durante la vista oral que acoge la Audiencia Nacional que él no dio el soplo al exsecretario general del PP madrileño Francisco Granados de que la Unidad Central Operativa (UCO) le estaba investigando sino que le dijo que había una investigación en curso en la localidad madrileña de Valdemoro, sin entrar en detalles sobre la misma. Durante el interrogatorio al que se ha sometido en esta primera sesión de juicio, el agente, que se sienta en banquillo de los acusados por delitos de revelación de secretos junto con el también guardia civil José Luis Caro y Granados, ha negado ser el responsable del 'chivatazo' dado durante las fiestas de Valdemoro en septiembre del 2014. «No le hice ninguna referencia de ninguna instalación», ha dicho respecto a las cámaras que se colocaron frente a los negocios del empresario Marjaliza.

Sobre este último, el agente ha insistido en numerosas ocasiones que no le conocía «absolutamente de nada» y que por tanto no pudo advertir de la instalación de la viodecámara. «Jamás relacioné el nombre de Marjaliza con la operación», ha dicho Talamino a preguntas de la fiscal Anticorrupción Carmen García Cerdá que en su escrito de acusación le reprocha que su soplo «causó un importante daño a la causa».

Sobre el relato de hechos, Talamino -nombre con el que se bautizó esta pieza de la trama Púnica- ha explicado que la noche del 6 de septiembre se encontró a Caro con su familia y hablaron de lo «típico» y ha rechazado que le comunicara su intención de contactar con Granados para advertirle de las pesquisas. Al día siguiente, coincidió con el expolítico popular y estuvieron compartiendo «chistes de whatsapp» en una conversación breve que duró «cuatro minutos». «Yo le comento que estábamos pasando una época en la UCO con muchísimo trabajo y estaba convencido de que en Valdemoro estaba haciendo algún seguimiento. Le dije: hay tanto trabajo que la unidad ha llegado hasta a Valdemoro», ha dicho el agente, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de tres años de cárcel, al igual que los otros dos acusados.

El Ministerio Fiscal denuncia en su escrito que tras estos encuentros Talamino viajó a la Comunidad Valenciana en el marco de una «operación ficticia» que se había montado para mantenerle alejado de su lugar de trabajo. A su vuelta, los dos agentes se desplazaron al domicilio del cabecilla de la trama para comunicarle los pormenores de las pesquisas, hechos que Talamino ha negado ante el tribunal que preside la magistrada Manuela Fernández Prado.