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Feijoo esperará a un acto del partido para desvelar si se presenta a liderar el PP

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

ESPAÑA

MARCOS MÍGUEZ

Miguel Tellado dice que esa opción allana la compatibilidad con la presidencia de la Xunta

14 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Feijoo habla, pero sigue sin desvelar sus reflexiones ni contesta a la pregunta del millón. Tras dos jornadas sin agenda pública institucional, el presidente de la Xunta volvió a ponerse en A Coruña a disposición de los medios para repasar brevemente la agitada actualidad y remitirse, «diga o que diga» en todo lo que tiene que ver con la sucesión de Rajoy, a una convocatoria específica del partido. Con este matiz quiso cauterizar cualquier interpretación casada con la lógica, y es que si convoca bajo la escenografía de partido es para dar un paso al frente. Para decir que seguirá en la Xunta hasta septiembre del 2020 bien podría utilizar el atril del Consello, tras el que se pondrá hoy tras la reunión semanal de su Ejecutivo.

Con todo, la formación en Galicia, consciente de que un paso al frente de Feijoo podría generar una cascada de movimientos en la Xunta, en el Parlamento y en la propia organización política, intenta adaptarse a situaciones tan futuribles como posibles. Uno de los grandes interrogantes que se abrirían en la comunidad es el tiempo que se daría el posible candidato para dejar las riendas de la Xunta y del PPdeG, tema que la oposición ya está aireando preventivamente. Miguel Tellado, secretario general de los populares gallegos, advirtió ayer en la Radio Galega que «a compatibilidade [entre la presidencia del partido y la Xunta] existe e é real», y dejó abierta la puerta a la posibilidad de compaginar tareas nuevas con responsabilidades «previas» a criterio del que salga elegido, aunque solo sea durante unos meses, como parece que sería el objetivo.

Esta posición receptiva a la compatibilidad allana el camino a Feijoo para convertirse en una de las excepciones temporales a las que se refieren los estatutos del PP, y le permite organizar así el futuro en Galicia sin las prisas que impone ahora el relevo en Génova.

Hace dos años, al hilo de la acumulación de cargos de María Dolores de Cospedal, fue preguntado sobre si aceptaría ser secretario general de Rajoy y reconoció que ser presidente de la Xunta y del PPdeG eran «dos tareas no compatibles con un trabajo tan intenso como es ser secretario general» del partido. Sin embargo, no fue muy incisivo con aquella crítica, pues él mismo admitió que Alfonso Rueda compatibilizó durante siete años la secretaría general y la consellería, y, a partir del 2012 y hasta el 2016, fue al mismo tiempo vicepresidente de la Xunta.

Varios candidatos

Miguel Tellado, al igual que el resto de los dirigentes populares gallegos, sostiene que el período de sosiego que ha solicitado Feijoo no es una pose ni una estrategia, sino que responde a una auténtica reflexión personal, política e institucional de la que no conoce su resultadode verdade que non»- y considera que sería «bo» dar respuesta a las voces que solicitan un congreso participativo y con varios candidatos, siempre que al final un único líder represente «a todos».

El deseo expresado por el secretario general es contradictorio con los intensos movimientos que se están produciendo en Génova para evitar un desgarro interno del partido. El coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, está justificando el nombre de su cargo y ha multiplicado los contactos con líderes autonómicos desde la directiva del lunes para pulsar el proceso sin que nada se desmande. La mayor preocupación, que justificaría el intento de lanzar una candidatura única, es que las malas relaciones entre Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría vayan más allá de una fotografía simbólica o algún desplante y que esa división se enquiste en la estructura organizativa y lastre al futuro presidente. O presidenta.

El conselleiro Conde evita hablar de su futuro hasta «a resposta» del presidente

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, valoró por primera vez la crisis del PP y las consecuencias en Galicia, que no le son ajenas. En la línea que vienen manteniendo los miembros del Gobierno gallego, consideró que «a única resposta» sobre el futuro inmediato la tiene Feijoo, y evitó ofrecer pistas sobre su futuro en tanto «non hai causa», ya que todo depende de la conclusión final del presidente. La posición de Conde no es baladí, ya que se trata de uno de los cinco conselleiros que han conservado el acta de diputado en O Hórreo, condición indispensable para acceder a la presidencia de la Xunta. Dos de ellos, José Manuel Rey y Beatriz Mato, la mantuvieron para dar cobertura a su salto a la arena municipal, y en el caso de Rosa Quintana fue una decisión personal de Feijoo, para mostrarle su confianza. Quedan, al margen del resto de los diputados, el vicepresidente Rueda y Conde.

El de Monforte fue asesor y hombre de confianza de Feijoo en materia económica en la primera legislatura, y en las dos siguientes entró en el Gobierno acumulando más presupuestos y áreas de gestión que poder político, del que rehúye. Su evolución en la vida pública está tan estrechamente ligada al presidente que cuesta pensar que el de Os Peares cambie su destino sin contar con él. Hasta que lo llamó en el 2009, su vida laboral estaba en Madrid, en la universidad privada.

Su colega Ethel Vázquez también tuvo que esquivar ayer las preguntas sobre el futuro que le espera a su jefe político. Sin embargo, la conselleira de Infraestruturas zanjó el ya recurrente asunto deslizando que su opinión «non lle importa a ninguén», además de pensar que no debe pronunciarse sobre «cuestións persoais».