Ante el inminente cambio de líder en el PP, repasamos los procesos más relevantes desde 1987
02 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Un caluroso 26 de agosto de 1989, cuatro emisarios de José María Aznar se acercaron hasta la casa de Manuel Fraga en la localidad coruñesa de Perbes con la misión de convencer al veterano patrón de la derecha de que el entonces presidente de Castilla y León era más adecuado para liderar el PP que Isabel Tocino, la apuesta de Fraga para reflotar el partido. Federico Trillo, Juan José Lucas, Rodrigo Rato y Francisco Álvarez Cascos lograron con mucho esfuerzo convencer al anfitrión de que el hombre era Aznar. Así se acabaron las componendas de familia y se instauraba el dedazo para la designación del presidente del partido. Ahora, 29 años después, seis candidatos aspiran a liderar el PP, elecciones primarias mediante un método que ha sido un anatema para los conservadores durante estas tres décadas, aunque al final no han podido ser ajenos a la fuerza de los tiempos e instaurar la democracia interna.
1987
La victoria de Hernández Mancha. En el VIII Congreso Nacional, cuando Antonio Hernández Mancha batalló y venció a Herrero de Miñón. El dirigente andaluz obtuvo el 71 % de los votos de los compromisarios y relevó a un Fraga que optó por no presentarse lastrado por un ramillete de derrotas en las urnas.
1989
La refundación. Fraga regresó a los dos años requerido por los suyos tras el fracaso de la operación Hernández Mancha. En el IX Congreso de enero de 1989 refundó AP con la marca PP, pero fue una transición nominal. Hacía falta otro líder. Fraga eligió a Aznar.
1990
«No hay tutelas ni tu tías». El X Congreso, celebrado en Sevilla fue el de la famosa frase de Fraga, que respondió así la entrega de una carta de dimisión preventiva de Aznar. El ya expresidente de Castilla y León logró el 96 % de los votos de los delegados y se hizo con el timón del PP con Cascos como secretario general. Cargos que se revalidaron en los dos congresos siguientes con votaciones de aclamación al líder. Siempre sin rivales. En 1999, Aznar relevó a Cascos por Javier Arenas como número dos del partido, y en el 2002, Ángel Acebes se convirtió en secretario general.
2003
Aznar elige a Rajoy. El X Congreso, celebrado en Sevilla. Rato era el preferido por el partido, pero un 30 de agosto del 2003 se supo que el dedo de Aznar se había posado en Mariano Rajoy. Fue un descarte, porque el entonces vicepresidente económico ya había dicho no dos veces al presidente. El líder del PP comunicó a la dirección que su heredero y candidato a la Moncloa era el dirigente gallego y ministro para todo. La derrota en las elecciones del 14 de marzo del 2004 a manos José Luis Rodríguez Zapatero no mermó la confianza de Aznar en Rajoy y el XV Congreso Nacional lo aupó al liderazgo del PP con el 98,3 % de los votos.
2008
El Congreso de Valencia. La segunda derrota electoral en el 2008 hizo que se tambaleara el trono de Rajoy, que se jugó el todo o nada en el XVI Congreso, el de Valencia. A pesar de los amagos de Esperanza Aguirre no tuvo competidor, pero fue castigado por los compromisarios. Revalidó su liderazgo con el 78,8 % de los votos. La victoria electoral del 2011 sepultó todas las desconfianzas en Rajoy, aunque no las eliminó. Fue reelegido en el cónclave de 2012 con el 97,5 % de los votos de los delegados. Una aplastante mayoría que revalidó con el 95,6 % de las papeletas en el último congreso, el de febrero del 2017. Fue el último de una época, porque en aquel cónclave el PP incorporó a su reglamento el sistema de las primarias a doble vuelta de militantes y compromisarios, que ha derivado en esta proceso con seis candidatos iniciales.