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«Si alguien debe pedir perdón son los descendientes de los conquistadores»

ESPAÑA

Los historiadores rechazan que España tenga que disculparse, como pretende López Obrador

20 jun 2019 . Actualizado a las 12:19 h.

La carta del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en la que insta al Estado español a que pida perdón por los crímenes cometidos en la conquista de México hace 500 años ha originado una gran polémica. Tres destacados historiadores lo analizan para La Voz.

María Elvira Roca, autora de Imperiofobia y leyenda negra, señala que es algo «completamente estúpido, absurdo, que no tiene ningún sentido; hasta considerarlo es ridículo». La historiadora valora que «si alguien tuviera que pedir perdón por la conquista serían los descendientes de esos conquistadores, que no están en España, sino en México». En su opinión, se trata de una «maniobra de distracción que cada cierto tiempo ponen en marcha los descendientes de las élites criollas, agitando el fantasma del demonio español, para tapar su incapacidad manifiesta para gestionar sus países».

Roca explica que la conquista de México la hicieron los propios indígenas, porque resulta inverosímil que Hernán Cortés pudiera llevarla a cabo con una «cantidad tan ridícula» de soldados españoles. «Desembarcó con 500 hombres, pero al llegar a Tenochtitlán solo le quedaban unos 300 en condiciones; fueron los totonacas y los tlaxcaltecas, que formaban el grueso de su expedición con 80.000 hombres, los que la conquistaron, y fue una victoria contra la tiranía de los aztecas», afirma. 

Matanzas aztecas

Ya puestos, argumenta, también tendrían que pedir perdón los descendientes de los aztecas, que llegaron 250 años antes que los españoles y conquistaron el valle de México, «por las matanzas de los pueblos mexicanos y por los sacrificios humanos que practicaban». Y añade que «la conquista española la hicieron los indios, y la independencia, los españoles».

Enrique Moradiellos, catedrático de Historia Contemporánea, señala que la situación es un «anacronismo histórico y una vacuidad, porque presupone una continuidad por la que los Estados deben pedir perdón por lo que hicieron generaciones de hace 500 años, suponiendo bajo parámetros actuales que estuvo mal y, por tanto, habría que sancionarlo». Dicho de otro modo, «es una barbaridad que supondría que los españoles pidieran perdón por haber sido parte de los grandes descubrimientos geográficos del siglo XV, que fueron la primera globalización histórica, y que incorporaron al continente americano al curso general de la historia, haciéndolo parte de Occidente». 

Aculturación

¿La conquista española fue especialmente cruel? Moradiellos destaca que «desde el primer imperio que conocemos, Sargón de Acad en Mesopotamia, a la conformación del mundo helenístico por Alejandro Magno, vencedor batalla tras batalla, hasta la constitución del Imperio romano, todos fueron procesos militares de conquista y, por lo tanto, crueles, pero también crearon inmediatamente la colonización y aculturación».

En el caso romano «fundaron ciudades, incorporaron el derecho a sus ciudadanos y construyeron edificios y obras de ingeniería». Sostiene que «los españoles hicieron lo mismo en América, siguiendo ese patrón». Y añade que otros imperios, como el inglés, el francés, el holandés o el belga «actuaron quizá con mayor crueldad».

Según el catedrático de Historia Contemporánea Luis Enrique Otero «no se trata tanto de entrar en una nueva guerra cultural, a la hora de pedir perdón, como de implementar políticas de reconocimiento y de combatir la desigualdad histórica de los pueblos y sociedades indígenas de América». Para ello, añade, «la comunidad internacional tiene por delante la obligación de poner en marcha políticas de respeto, recuperación y rehabilitación de las culturas y civilizaciones americanas».