El exvicepresidente del Gobierno, que ahora había vuelto a impartir clases de química en la universidad, fue una figura fundamental en la derrota de ETA
10 may 2019 . Actualizado a las 17:03 h.Alfredo Pérez Rubalcaba desempeñó un amplio número de cargos durante su larga trayectoria profesional y política. Desde el año 2014 impartía clases de Química Orgánica en la universidad. El histórico dirigente socialista no superó el ictus que sufrió el miércoles.
Las facetas de una figura crucial para la política española
Rubalcaba se doctoró en química y terminó sus días como docente de la universidad, honrando a su disciplina por excelencia: la educación. Impulsó la Ley de Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (Logse), aprobada en el año 1990, durante el gobierno de Felipe González. El histórico dirigente vio cómo las sucesivas generaciones a las de EGB y COU empezaron a cursar Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato.
En su carrera como docente se ganó con su doctorado en Ciencias Químicas el Premio Extraordinario de la Universidad Complutense de Madrid, facultad en la que impartió clase desde su retirada de la política.
La historia del PSOE lleva el apellido de Rubalcaba. Ingresó en el partido en el 74 y, ocho años más tarde, asumió cargos educativos, una combinación perfecta con su vocación de docente. En el año 1998 fue nombrado Secretario de Estado de Educación, cuatro años más tarde, se convirtió en el ministro de Educación y Ciencia.
Con Felipe González fue nombrado ministro de la Presidencia y de Relaciones con las Cortes y, en 1996, se convirtió en diputado por Madrid. Su carrera despegó ferozmente y, un año más tarde, entró en el Comité Federal del PSOE.
Fue portavoz de los socialista sen el Congreso y, en el año 2006, asumió la cartera del Interior. A sus cargos se suman el de vicepresidente primero y portavoz del Gobierno cuatro años más tarde.
Una figura fundamental para el cese de ETA
Una de las responsabilidades que Rubalcaba se echó a la espalda fue la de terminar con el terrorismo de ETA. El 20 de octubre de 2011 fue un día importante para el político socialista, ya que ETA anunció el cese de la violencia, una herencia franquista que, parecía, no tendría fin. En su corazón siempre estuvieron las víctimas de la banda terrorista: «no hay que olvidarlas nunca y por ellas hay que construir un relato de verdad de lo que pasó. Y lo que ocurrió es que la democracia ganó y ETA perdió», fueron las palabras del político al conocer el cese definitivo de la banda.
El 20 de noviembre de 2011 los socialistas sufren un duro golpe ante unos resultados pésimos tras la celebración de las generales. Admitió la derrota (110 escaños, un suelo histórico entonces) y, en el año 2012, se convirtió en secretario general del PSOE tras ganar en las primarias por solo 22 votos a Carme Chacón.
Ejerció así de líder de la oposición a Mariano Rajoy, hasta que anunció su intención de renunciar en mayo de 2014, nada más perder las elecciones europeas. Unos días después, el 2 de junio, el Rey Juan Carlos comunicaba su abdicación. Antes de marcharse definitivamente, Rubalcaba se aseguró de que el PSOE mantenía el respeto constitucional y apoyaba la ley que hizo efectiva la sucesión en el trono.
Ese otoño de 2014, Rubalcaba no regresó al Congreso, sino a la Facultad de Ciencias Químicas, donde volvió a dar clase a los 63 años y hasta el final de sus días.