Pedro Sánchez, con cuentagotas

ESPAÑA

FRANCOIS LENOIR

Los politólogos explican la estrategia de mínima exposición del líder socialista, que restringe sus comparecencias en ruedas de prensa y entrevistas, como Casado y Rivera

15 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los líderes políticos cada vez arriesgan menos en su relación con los medios de comunicación. Pedro Sánchez solo ha dado solo dos ruedas de prensa este año en España y con un número de preguntas tasadas. La primera fue para anunciar las elecciones anticipadas, la última tras recibir el encargo del rey. En plena negociación para la investidura, ha concedido dos entrevistas muy escogidas en televisión. Pablo Casado ha reducido drásticamente sus comparecencias y Albert Rivera, hasta ahora omnipresente, desapareció de la escena en cuanto estalló la crisis interna en Ciudadanos, delegando en Inés Arrimadas. Pablo Iglesias es el más locuaz y ahora mismo se juega la vicepresidencia. Los expertos consultados por La Voz explican las diferentes estrategias. 

¿Por qué los líderes políticos comparecen menos ante los medios?

«Se basa en una estrategia de mínima exposición no controlada, es decir, evitar lo máximo posible aquellos escenarios donde no hay control absoluto sobre el mensaje y la escena, como las ruedas de prensa», explica el consultor político Santiago Martínez. «Hace unos años asistimos a una gran exposición de los líderes, la mayoría irrumpían en la escena política sin apenas trayectoria y necesitaban darse a conocer», explica Verónica Fumanal, que fue responsable de comunicación de Rivera y Sánchez. «Ahora estamos en otro escenario, los principales líderes políticos tienen un altísimo grado de conocimiento, cuidan más sus apariciones y se exponen menos a entrevistas y ruedas de prensa», concluye. «La rapidez y la instantaneidad se están apoderando también de los modos de comunicar en política, es más sencillo y cómodo fijar posiciones a través de tuits, aunque empobrezca el debate», afirma Carlos Barrera, profesor de la Universidad de Navarra.

«La capacidad de enviar mensajes sin necesidad de exponerse a las preguntas de los periodistas, a través de las redes sociales, es seguramente lo que explique que muchos líderes políticos prefieran optar por vías de comunicación no mediatizadas y dejar que la comunicación con los periodistas la hagan figuras de segundo rango que pueden permitirse las preguntas incómodas», afirma la politóloga Berta Barbet. «Si ahora hay que decir cosas incómodas sobre la negociación, es mejor que lo hagan segundas caras del partido, pero si se pretende que el líder entre en el Gobierno, lo lógico es que sea él quién hable», añade. 

¿Qué estrategia sigue Sánchez?

«Sánchez, como cualquier presidente (en funciones o no) es el que menos tiene que arriesgar, de ahí que se esté mostrando tan conservador en este aspecto», señala Barrera. «Como presidente del Gobierno elige sus intervenciones en función de la resonancia y contenido del mensaje, intervenciones en positivo y claramente en escenarios y mensajes presidenciales, dejando para los portavoces del Gobierno y ministerios el resto de mensajes», sostiene Martínez. «Algo habitual y de manual en comunicación de gobierno, sobre todo cuando en el contexto actual es necesario diferenciar al Sánchez presidente del Sánchez presidenciable durante las negociaciones con Podemos», añade.

«Cuando uno es presidente del Gobierno extrema sus ruedas de prensa y entrevistas, puesto que tiene garantizada la aparición en los medios debido a su papel institucional», afirma Fumanal. «Podemos decir que Sánchez, del mismo modo que otros presidentes, minimiza sus exposiciones no controladas y las circunscribe a entornos presidenciales cuando tiene la obligación o está en su estrategia dar un mensaje nuevo», añade. «En este momento estamos ante un movimiento concreto de evitar desgastarse con las negociaciones de gobierno y dar imagen de que ya se es presidente de facto», estima Barbet. 

¿Por qué Casado y Rivera comparecen ahora mucho menos que antes?

«Casado tuvo una gran irrupción mediática, como Sánchez en sus inicios, y ha tenido que recular en dicha estrategia debido a ciertas intervenciones con comentarios algo desafortunados. Ahora mismo su gran problema es encontrar el posicionamiento ideológico y el mensaje preciso, intentando dar una imagen de político de estado y menos partidista», asegura Martínez. «Respecto a Rivera, las polémicas acerca de las dimisiones en el partido y los desmentidos de Macron le han hecho estar en la nevera varias semanas, desaparecido de manera intencionada para no estar expuesto a un fuego que le quemaría, típica táctica de exposición mínima para contener daños», afirma Martínez. «Casado y Rivera se están jugando cuotas de poder, por lo que tampoco arriesgan innecesariamente», mantiene Barrera. 

¿Qué táctica sigue Abascal?

«Es el claro ejemplo de político que huye de la prensa debido a que es el que más carencias retóricas tiene, con problemas serios muchas veces para saber qué responder a las preguntas», explica Martínez. «Saben de su poca habilidad en dichos escenarios y claramente evitan exponerle», señala. «Ha elegido un modelo similar al de Bolsonaro, con apariciones muy medidas en medios amigos o no hostiles», afirma Fumanal. «De hecho, Vox hizo de su lucha contra los medios y de tachar a los periodistas como enemigos una de sus principales líneas y estrategias de campaña, dentro de lo que ya es habitual en partidos o líderes con similares características, como Trump, Bolsonaro o Le Pen», añade. 

¿Por qué Iglesias se expone más?

«Es el mejor en este tema, ya que lleva años curtido en la relación con la prensa y concretamente con la televisión, maneja bien los mass media y sabe que hoy en día cuanta más presencia se tenga en ellos es clave para trasladar el mensaje y la imagen de líder», sostiene Martínez. «Particularmente creo que a Iglesias tampoco le gusta mucho ceder ese espacio de protagonismo a ningún compañero/a, salvo que sea estrictamente necesario», añade.

«Iglesias siempre ha sido locuaz y menos temeroso ante los medios, y sigue esa línea con su estilo peleón», afirma Barrera.