Dos consejeros del Tribunal de Cuentas afines al PP salvan a Ana Botella de la condena por vender pisos sociales a fondos buitre
ESPAÑA
La resolución se adoptó, por dos votos a uno, con el apoyo de Margarita Mariscal de Gante, que fue ministra de Justicia en el Gobierno de José María Aznar
18 jul 2019 . Actualizado a las 01:21 h.La Sala de Enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas ha estimado parcialmente el recurso de la exalcaldesa de Madrid Ana Botella y varios miembros de su equipo consistorial contra la sentencia, que ahora queda anulada, que el pasado diciembre los condenó por la venta en el 2013 a los fondos buitre Fidere y Blackstone de 5.315 inmuebles de protección pública de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS). Entre esos pisos que acabaron en manos de los fondos había al menos 1.860 viviendas de familias necesitadas.
La revocación del fallo anterior libra a Ana Botella y a sus colaboradores de pagar una multa solidaria de 22,7 millones de euros.
Dos consejeros afines al PP
La decisión de dejar sin efecto esta sentencia no ha sido unánime. Dos consejeros han votado a favor de la revocación y uno en contra. Los votos a favor han venido de sendos consejeros propuestos por el PP: la exministra de Justicia con Aznar Margarita Mariscal de Gante y de José Manuel Suárez Robledano.
El voto en contra de la absolución ha sido el de Felipe García Ortiz, propuesto por el PSOE, quien además ha formulado voto discrepante. García mantiene que la operación de venta fue «lesiva» para el patrimonio municipal y que no cumplió los principios de «publicidad, concurrencia, transparencia y objetividad» en el procedimiento.
La nueva sentencia es muy dura con el fallo inicial de la consejera María Antonia Lozano, a la que incluso acusa de falta de objetividad en la resolución que condenó a Botella y su equipo a finales del pasado año.
La anulación de la condena a Botella no es firme y puede ser recurrida ante el Supremo por la Fiscalía o por el propio Ayuntamiento, aunque esta segunda opción, con el consistorio de nuevo en mano de los populares, parece poco probable.