Todo esto sucedió el año que repetimos las elecciones

Aunque no hace tanto tiempo, puede que no recuerdes que en menos de un año hubo dos campañas y dos votaciones, que Sánchez y Rivera hicieron un pacto, que el PSOE se abstuvo para investir a Rajoy y que se acuñó el «no es no»
Periodista de La Voz de Galicia. Convencida de que siempre hay más que contar
Más que PP y PSOE

Las elecciones del 20 de diciembre del año 2015 marcaron un antes y un después en la historia reciente. El día que votamos no lo sabíamos, pero estábamos ante los comicios que supondrían un importante punto de inflexión en el hegemónico modelo del bipartidismo. Podemos y Ciudadanos apretaban ya en las encuestas y Mariano Rajoy decidió no acudir al debate a cuatro de Atresmedia. En su lugar acudió Soraya Sáenz de Santamaría, lo que no estuvo exento de polémica. Sí participó en un cara a cara con Sánchez en TVE

La anécdota de esa campaña fue sin duda el golpe que le propinó en la cara un joven a Rajoy durante un paseo por Pontevedra.

¿Quién ganó las primeras elecciones?

Sí hubo balcón, aunque la victoria no fue precisamente arrolladora. El PP ganó las elecciones con 123 diputados (63 menos que en las generales del 2011).
El PSOE consiguió 90 diputados, 20 menos que cuatro años antes. Era (en aquel momento) para los socialistas el peor resultado de su historia.
Para Podemos y Ciudadanos eran sus primeras elecciones. El partido morado sumó 42 diputados (69 sumados a sus alianzas autonómicas, como los gallegos de En Marea).
Los de Albert Rivera entraron en el Congreso con 40 escaños.

Sumas imposibles

Por primera vez en la historia de España, el país se enfrentaba al fantasma de una repetición electoral.
Mariano Rajoy, el ganador de las elecciones, declinó someterse a la investidura tras el período de consultas con el rey Felipe VI. Se vio sin apoyos. Y es que planeaba ya una propuesta de Podemos para formar gobierno con el PSOE e Izquierda Unida.
La foto inolvidable

Pedro Sánchez sí aceptó someterse a la investidura, pero sus cálculos no fueron los mejores. Hay una foto que le sigue persiguiendo más de tres años después.
El 24 de febrero del 2016, el socialista firmaba un pacto de investidura con Albert Rivera, el llamado «pacto del abrazo». Firmaron el documento en la Sala Constitucional del Congreso. Todo un símbolo. Hablaban de una rúbrica «histórica». En el documento, 200 reformas para el país. Invitaron incluso al resto de partidos a unirse. Algo que no sucedió.
Investidura fracasada

Ese pacto PSOE-Ciudadanos no consiguió los apoyos solicitados y la investidura de Pedro Sánchez fracasó aquel 4 de marzo del 2016.
Durante el debate, Pablo Iglesias le recordó a Sánchez aquel «solo quedamos tú y yo» invitándole así a «bailar» con Podemos y que olvidase su acuerdo con la formación naranja.
Repetición electoral inédita

El 26 de abril del 2016 el rey constataba en una nueva ronda de consultas que ningún candidato tenía los apoyos necesarios para ser investido presidente del Gobierno. Se ponía en marcha el mecanismo previsto en el artículo 99.5 de la Constitución: el monarca puede disolver las cortes y convocar elecciones. Una repetición de comicios inédita.
Y vuelta a empezar

Los españoles se encontraban en menos de un año con que tenían que volver a votar. Y el escenario de imposibles pactos no parecía de fácil solución. La incógnita era qué resultados saldrían de una nueva votación. España se enfrentaba a su segunda campaña en menos de un año. Los candidatos, los mismos, pero en diferentes circunstancias.
Que habría que pactar sí o sí parecía bastante claro. El PP volvía a partir como favorito en las encuestas, pero nunca un segundo puesto parecía valer tanto. Los populares empezaban a hacerle «ojitos» a los socialistas. Pedro Sánchez ya aseguraba en ese momento que no haría presidente a Rajoy.
Para el PSOE la batalla era con Podemos que, según algunas encuestas, amenazaba a los de Sánchez con un sorpasso. El candidato se instalaba en que el cambio solo era posible con una alianza PSOE-Podemos-Ciudadanos, que naranjas y morados rechazaban.
Mientras, Podemos e Izquierda Unida se aliaban en Unidas Podemos proclamándose la esperanza real de la izquierda.
Ciudadanos empezaba a obviar el reciente acuerdo con los socialistas y tendía la mano al PP, pero con la condición de que no estuviese en él Mariano Rajoy.
Las segundas elecciones

Y llegaba el 26 de junio. En pleno verano se celebraban las segundas elecciones en menos de un año.
El PP ganó de nuevo las elecciones con 137 escaños, 14 más que en diciembre del 2015.
El PSOE sumó 85 asientos y siguió así cayendo consolidando otro récord en negativo: cinco escaños menos. En esta ocasión confirmaban su peor resultado de la democracia.
Unidas Podemos (junto a Izquierda Unida y Equo) pasó de 42 a 45 escaños. Un total de 71 escaños con sus confluencias autonómicas.
Ciudadanos por su parte, perdió ocho diputados en menos de un año. Obtuvo 32 asientos en el Congreso.
Rajoy presidente y hasta luego de Sánchez

El 29 de octubre del 2016, Mariano Rajoy se convertía en presidente del Gobierno. ¿Consiguió los apoyos? Sí y no. Comenzaba un gobierno popular en minoría que terminaría en la moción de censura ya conocida del año 2018.
¿Quién hizo a Rajoy presidente? Pues sí, recuerdas bien: el PSOE.

Ciudadanos votó a favor y los socialistas se abstuvieron. La tormenta acababa de comenzar. 15 diputados del PSOE votaron no (aquellos que eran partidarios de Pedro Sánchez rompieron la disciplina de voto).
De este momento viene la famosa frase «no es no» de Pedro Sánchez, que se enfrentó a algunos de los primeros espadas de su partido (entre ellos Susana Díaz). Sánchez había dimitido ya el 1 de octubre como secretario general de su partido y un día antes de la votación de Rajoy renunciaba a su acta de diputado. Ya en ese momento anunciaba que se lanzaba a recorrer el país para recuperar el cargo más relevante de la formación socialista.
En mayo del 2017, Pedro Sánchez se imponía a sus dos rivales en las primarias: Patxi López y Susana Díaz. Fue uno de los regresos más inesperados a la primera línea política.