Un enorme pufo de Hacienda en Galicia que a la vez agujerea las arcas de la Xunta

ESPAÑA

El Estado está pendiente de transferir a la comunidad 530 millones de euros que ya estaban apalabrados
28 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.¿Cobrará Galicia un mes de IVA pendiente de liquidar del 2017? Sí. ¿Podrá acceder a los 170 millones de euros de incentivos por haber cerrado dos ejercicios cumpliendo el equilibrio financiero? Sí. ¿Recibirá, como el resto de las comunidades, un incremento en las entregas a cuenta que el Estado hace a las comunidades? También. A principios de agosto del 2018, solo unas semanas después de la moción de censura a Rajoy, el presidente Feijoo se reunió con la ministra de Hacienda para aclarar algunos aspectos contables de vital importancia para Galicia. Un año después, el sí a todo de María Jesús Montero le está saliendo muy caro a la Xunta, que tiene un enorme boquete en sus cuentas de 530 millones de euros con los que contaba porque así quedaron apalabrados, pero que el Estado no acaba de liberar.
En aquellas semanas, el Gobierno gallego ultimaba los repartos por consellerías, que llegaron al Parlamento en tiempo y forma y que entraron en vigor el 1 de enero, con un año por delante para gastar. El departamento de Facenda consignó esas cantidades que ahora faltan y que están obligando a la Xunta a endeudarse para poder responder a los compromisos. Por no hablar de los 170 millones de incentivo por cumplir los parámetros de estabilidad o los 125 millones de superávit, que obligaron al conselleiro Valeriano Martínez a hacer ingeniería presupuestaria para poder cobrarse esa cantidad sin la reprobación de Hacienda.
Bloqueo
Un bloqueo en toda regla que no solo afecta a Galicia, que sí se puede decir que es la comunidad más afectada por una cuestión de oportunidad. El ciclo electoral le permitía a Feijoo tener un año despejado para gobernar mientras el resto de presidentes autonómicos se veían envueltos en una agenda política que deja en segundo plano las cuestiones de gestión interna. Pero todos se sentarán a hacer números en los próximos días con vistas al 2020 y se encontrarán el mismo problema que tiene Galicia. El Gobierno, sin Presupuestos en el 2019, no tiene las previsiones hechas, lo que obliga a calcular todo a ciegas o prorrogar las cuentas, algo insólito en un Parlamento con mayoría como el gallego.