La presidenta de Madrid del 2002 al 2013, imputada
03 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Pizpireta, burguesa, descarada. Así la describió alguien y afinó bastante. Francisco Granados decía, cuando se llevaban bien, que era «una fresca». Para Ignacio González era «una cachonda liberal que ignora el ridículo». Esperanza Aguirre, 65 años, ha sido una rareza en el PP.
Empezó de edil de Madrid en 1983, pero su fama le llegó con la cartera de Educación en el primer Gobierno de Aznar. Son más recordados sus resbalones, que sus acciones. Fue la primera presidenta del Senado, aunque su nicho estaba en Madrid. Perdió las elecciones del 2002, pero el tamayazo le ayudó y en la repetición venció por los pelos. Ganó las autonómicas del 2011, y del 2007, pero su futuro se oscurecía con Rajoy en la Moncloa.
Los primeros coletazos de la corrupción (Gürtel se destapó en el 2009), la crisis y sus recortes, y el cáncer le llevaron a dimitir en el 2012 como presidenta de Madrid. El estallido del caso Púnica acabó con su escudero Granados en la cárcel. Presumió de adalid anticorrupción, pero sus palabras ya no se las creía ni ella. Buscó refugio en la alcaldía, y perdió. Y en estas, Ignacio González, su delfín, fue atrapado por el saqueo del Canal de Isabel II. Aquel día lanzó su tercer adiós de la política. Ya van nueve años de su «yo destapé Gürtel». La corrupción siempre la rodeó. Hace tres años dijo que había nombrado a 500 altos cargos y que solo dos le habían salido rana ¿Solo?
