La encuesta que hoy hace pública Sondaxe nos deja claro a 43 días de la cita con las urnas del 10N tres cuestiones. La primera es que ganará las elecciones Pedro Sánchez en número de votos y de diputados. La segunda, que el único partido que sube en intención de voto, al margen del debutante Más País, es el PP. Y la tercera, que todo está tan abierto que entre las ocho de la tarde y las once de la noche del segundo domingo de noviembre se vivirá una noche de infarto y de calculadoras para aclarar cuántos diputados va a conseguir cada formación y qué posibilidades reales hay de romper el actual bloqueo del Congreso.
A estas alturas, el efecto Errejón producirá otros dos efectos. Fragmentará aún más el Parlamento español, pero impulsará al bloque de izquierdas hasta colocarlo en números de poder gobernar con mayoría absoluta si son capaces de ponerse de acuerdo Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Ada Colau, Íñigo Errejón y Mónica Oltra.
El punto de partida deja un sabor agridulce a Pedro Sánchez. El botín que presumía en forma de recompensa parece que se lo llevará Errejón. Y el objetivo de conseguir una mayoría suficiente para no depender de terceros -o cuartos- está cada vez más lejos.
La encuesta ratifica también el pésimo momento de Ciudadanos. La caída de apoyos castigará a la formación naranja en las provincias con menos diputados en juego y reforzará la mayoría del bloque de izquierdas. Será la primera vez que Cs caiga en una cita electoral y habrá que ver cómo reacciona el partido al hiperliderazgo de Rivera.
