«Si no tienen una mayoría alternativa, el menos que dejen gobernar», asegura el presidente del Gobierno en funciones
07 oct 2019 . Actualizado a las 08:43 h.Pedro Sánchez volvió a ironizar sobre el anuncio de Albert Rivera del levantamiento del veto de Ciudadanos al PSOE. «El pánico hace milagros», comentó el líder socialista en referencia a las malas expectativas electorales de los liberales que apuntan las encuestas. Pero también en respuesta a la oferta de Pablo Casado en A Coruña en el sentido de que tras el 10N pactarán con los partidos constitucionalistas, incluido el PSOE.
Sánchez participó este domingo en un mitin del Partido Socialista vasco en la localidad vizcaína de Baracaldo y se ratificó en que no «buscará» el apoyo de un partido que pacta «con la ultraderecha». Pero una vez más no desdeñó la posible abstención de Ciudadanos para una hipotética investidura tras el 10 de noviembre. «Si no tienen una mayoría alternativa, al menos que respeten el resultado electoral y dejen gobernar». También tuvo palabras para Pablo Iglesias, al que acusó de agitar un «trampantojo», esa imagen que se asemeja a una cosa pero en realidad es otra. «Dice que son la garantía para frenar una gran coalición, pero a la hora de la verdad lo suyo es impedir que haya un Gobierno socialista», acusó al líder de Unidas Podemos.
Sánchez acudió a Baracaldo, uno de los bastiones históricos del socialismo vasco, y ante varios centenares de militantes que le aclamaron al grito de ‘Pedro, amigo, el pueblo está contigo’ y frente a la cúpula del PSE y su secretaria general, Idoia Mendia, se comprometió a «cumplir» el Estatuto de Guernica y «reforzar» el autogobierno vasco si es presidente del Ejecutivo tras el 10N, «dependa o no» para ello de los votos del PNV. El candidato del PSOE quiso dejar claro su compromiso con la «cohesión territorial» en el País Vasco y Cataluña y con las singularidades vasca y navarra y «la España autonómica cuestionada por la derecha».
Unidad en la diversidad
El presidente en funciones dijo estar «donde he estado siempre», del lado del Estatuto, el Concierto Económico, la foralidad navarra «y la defensa de la convivencia y la Constitución española». «Ahí es donde nos van a encontrar», prometió, ante los aplausos de las bases congregadas para poner de largo la candidatura a lendakari de Mendia. Dejó también claro que, en la cuestión territorial, el PSOE seguirá apostando por «la tolerancia, la convivencia y la unidad en la diversidad».
Sánchez recalcó las «diferencias» entre el País Vasco y Cataluña, pero se mostró convencido de que «vamos a superar la crisis de convivencia» generada por los independentistas. «Primero la ley y después el diálogo», puntualizó, antes de rebatir los argumentos de los secesionistas. El líder de los socialistas también quiso anticiparse a una posible «crisis» económica y se comprometió a que, si la hay, «a diferencia de lo que hizo el PP, el reparto de la carga será justo», sin «recortes» en el Estado del bienestar ni subida de impuestos a la «clase trabajadora».