Abucheos y pitos a Sánchez y aplausos a los reyes en el desfile de la Fiesta Nacional

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Más de 4.200 efectivos, 76 aeronaves y 150 vehículos han participado en la parada militar, marcada este año por la exhumación de Franco y la inminente sentencia del juicio del procés

12 oct 2019 . Actualizado a las 23:03 h.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha sido abucheado tanto a su llegada como en el momento de abandonar la tribuna de autoridades en el desfile con motivo del Día de la Fiesta Nacional. Los reyes don Felipe y doña Letizia recibieron, sin embargo, muestras de cariño y aplausos por parte de la gran mayoría de los congregados en el Paseo de la Castellana de Madrid en el momento de hacer acto de presencia junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía. La llegada de los reyes fue anunciada por megafonía, al contrario de lo que ocurrió con la del jefe del Ejecutivo en funciones.

A pesar de que el dispositivo mantenía alejados a los espectadores de la parada militar del lugar reservado a las autoridades, numerosos ciudadanos silbaron y dedicaron gritos de «¡fuera», ¡fuera!» a Sánchez cuando se percataron de su presencia tras descender su vehículo oficial, y aún más insistentes fueron los abucheos y los pitos al abandonar el palco con destino a la recepción ofrecida por los monarcas en el Palacio Real.

Al desfile, marcado en esta ocasión por la inminente exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, y también por la sentencia sobre le juicio del procés, asistió una gran cantidad de ciudadanos aprovechado la buena temperatura en la capital en el mes de octubre y portando en la mayoría de los casos banderas de España. Han participado en la parada militar 4.200 efectivos, 76 aeronaves y 150 vehículos.

La anécdota la ha protagonizado el paracaidista que al inicio del desfile realizó un descenso con una gran bandera nacional pero quedó enredado en una farola sin poder desprenderse en un primer momento de su paracaídas y de la bandera, hasta que finalmente lo consigió. El militar fue ovacionado pese a ello por los reyes y el resto de asistentes al desfile, y al término del mismo recibió muestras de cariño por parte de los reyes, del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa, Margarita Robles.