La cuenta oficial de Vox lleva tres días en silencio tras el bloqueo temporal por parte de Twitter

Nacho de la Fuente
Nacho de la Fuente REDACCIÓN

ESPAÑA

El líder de Vox, Santiago Abascal
El líder de Vox, Santiago Abascal Rafael González - Europa Press

Aunque en el timeline de Vox ya no figura el polémico tuit respondiendo a Adriana Lastra, el partido de Abascal lleva desde el martes sin poder publicar tuits o retuitear

27 ene 2020 . Actualizado a las 18:20 h.

La cuenta oficial de Vox lleva tres días en silencio tras el bloqueo temporal por parte de Twitter por publicar mensajes que incitan al «odio». El vicesecretario de Comunicación de Vox, Manuel Mariscal, denunció el pasado miércoles que la citada red social había suspendido la cuenta oficial del partido con el argumento de que contiene mensajes que incitan al «odio», aunque, según su versión, podría deberse a «presiones» del Gobierno de coalición de Sánchez e Iglesias.

Según ha explicado Mariscal en varios tuits, la suspensión de la cuenta tiene origen en un tenso intercambio de mensajes que se produjo el pasado sábado entre Vox y la portavoz del PSOE, Adriana Lastra.

En un tuit Lastra acusó a Vox de «retrógrado» por defender el control parental en los colegios, a lo que el partido de Santiago Abascal respondió asegurando que lo que no soporta Vox es que con dinero público se promueva la «pederastia», en referencia al programa Skolae en Navarra, donde gobierna el PSOE.

A raíz de esa ofensiva respuesta, Twitter comunicó el martes a Vox que no podrían publicar más tuits alegando «incitación al odio», aunque le dio la opción de borrar el mensaje polémico, algo a lo que la formación se negó.

«No lo haremos. Somos un partido legalmente constituido, somos tercera fuerza política en España, representamos a más de 3,6 millones de votantes y, como nosotros, miles de ciudadanos españoles están sufriendo la censura en Twitter y en otras redes sociales. Y decimos, 'Basta'», afirmó Mariscal, que se preguntó si la red social Twitter ha sufrido «presiones» del Gobierno.

Twitter insistió ayer que el mensaje que ha provocado el bloqueo temporal de la cuenta de Vox «viola la política de la compañía relativa a las conductas de incitación al odio» y reiteró que para desbloquear esta situación el partido de Abascal solo tiene que borrar el «tuit ofensivo». Así lo indicaron a Efe fuentes de esta red social, que añadieron que Twitter es una compañía «imparcial y no participa en prejuicios o sesgo político de ningún tipo». «Aplicamos las reglas de manera desapasionada e igual para todos los usuarios, independientemente de su 'background' o afiliación política». Con el bloqueo temporal de su cuenta el partido no puede publicar tuits, ni retuitear, y solo puede enviar mensajes directos a sus seguidores.

El líder del partido, Santiago Abascal, lanzó anoche un hilo en Twitter dirigido a la directora general de Twitter en España, Nathalie Picquot, en el que denuncia que «por primera vez en la historia de Internet y de la democracia española, un partido político ha sido totalmente censurado en la red social en la que figura usted». Advierte a Picquot «que se atenga a las mínimas reglas de la democracia y devuelva la voz a más de 3,6 millones de Españoles». De lo contrario, advierte Abascal, Vox «tomará las oportunas medidas políticas y judiciales».

Las normas de Twitter

Twitter, en su centro de ayuda online, tiene colgada la política relativa a las conductas de incitación al odio. En ella se puede leer: «La misión de Twitter es proporcionar a todos los usuarios la capacidad de crear y compartir ideas e información, y expresar sus opiniones y creencias, sin ningún tipo de obstáculos».

«La libre expresión es un derecho humano: creemos que todos tenemos una voz y el derecho de usarla. Nuestra función es estar al servicio de la conversación pública, lo que requiere la representación de una amplia gama de perspectivas», se agrega.

Reconocen -añade la red social- que si las personas experimentan abusos en Twitter, «esto puede poner en peligro su capacidad para expresarse», y las investigaciones demuestran que algunos grupos de personas son objeto desproporcionado de abuso en línea. «Nuestro compromiso es combatir el abuso motivado por el odio, el prejuicio o la intolerancia, en particular, el abuso cuyo objetivo es silenciar las voces de quienes han sido históricamente marginados». «Por esta razón, prohibimos el comportamiento abusivo dirigido hacia las personas con base en las categorías protegidas», rezan las normas de la compañía.

Vox pide que RTVA deje de calificarlo de «extrema derecha», porque es un «ataque» a los 800.000 andaluces que lo votaron

Vox ha exigido este viernes que en Canal Sur dejen de calificarlo como un partido de «extrema derecha» porque ello supone un «ataque» a los 800.000 andaluces que lo votaron en las últimas elecciones generales y ha cuestionado la «neutralidad» de los informativos de la cadena autonómica ya que, por ejemplo, no califican a Podemos como una formación de «extrema izquierda» y son «extremadamente cuidados» con Bildu o los CDR de Cataluña.

Así se ha pronunciado en rueda de prensa el portavoz de Vox en el Parlamento, Alejandro Hernández, quien ha querido dejar claro que no tiene inconveniente en pedir disculpas a quienes se hayan podido sentir molestos por algunos mensajes de Vox en redes sociales sobre periodistas de Canal Sur.

Tras el comunicado que ayer emitió la Dirección de la RTVA en censurando los «ataques» de Vox contra profesionales de la cadena, Hernández ha indicado que se «sonríen ante el rasgado de vestiduras que se está haciendo desde Canal Sur», sobre todo, cuando hablar de neutralidad informativa en la historia de ese ente público es algo de puede mover incluso «a sonrisa», informa Europa Press.

En cuanto a la denuncia de la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) sobre el «ataque» de Vox a la libertad informativa, Hernández se ha planteado si es «actuar de manera poco democrática» el hecho de que su partido exprese su disconformidad por el tratamiento que se le está dando en Canal Sur, con el calificativo de «extrema derecha», o por el hecho de que se metan valoraciones de todas las formaciones políticas sobre una iniciativa de Vox, pero de ellos no.