Los pactos de la Moncloa: un acuerdo político y económico que hizo despegar al país
ESPAÑA
Suárez fraguó en 1977 un pacto con todos los partidos para hacer frente a la inestabilidad que vivía España
07 abr 2020 . Actualizado a las 08:44 h.El Gobierno invoca la necesidad de alcanzar un gran acuerdo nacional para la reconstrucción de la economía, equiparando la situación actual con la que vivía España la inicio de la Transición. Pero, ¿en qué consistieron los pactos de la Moncloa? En el año 1977, el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, elegido en las primeras elecciones democráticas, propuso a partidos, sindicatos y organizaciones empresariales un gran acuerdo para hacer frente la inestabilidad económica que vivía el país.
El vicepresidente del Gobierno para Asuntos Económicos, Enrique Fuentes Quintana, fue el encargado de diseñar esos pactos, que planteó a la nación en un histórico discurso televisado. A la inestabilidad política por el paso de una dictadura a una democracia se sumaba la crisis del petróleo. La situación económica era catastrófica, con una inflación del 44 %, una enorme deuda externa y una tasa de desempleo que entonces parecía elevadísima, aunque apenas superaba los 700.000 parados.
Apoyo de todos los partidos
El Gobierno llamó entonces a un gran pacto para aplicar unas reformas ineludibles. A cambio, Suárez se comprometió a aprobar medidas en favor de los derechos de los trabajadores, la libertad de prensa, el derecho de reunión y de asociación política y a derogar entre otras cuestiones la estructura del Movimiento Nacional. El 25 de octubre de 1977 se firmó en la Moncloa el «Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía», que fue firmado por el propio Suárez y por Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD), Felipe González (PSOE), Manuel Fraga (AP), Santiago Carrillo (PCE), Miquel Roca (CiU), Juan Ajuriaguerra (PNV), Enrique Tierno Galván (PSP), Josep María Triginer (PSC) y Joan Reventós (Convergencia Socialista de Cataluña).
Dos días más tarde se firmó el «Acuerdo sobre el programa de actuación jurídica y política», del que se descolgó Manuel Fraga. En lo económico, lo más relevante fue el compromiso de limitar el incremento de los salarios al 22 %, que era la inflación prevista para 1978. Se aprobó además una devaluación de la peseta ajustándola a su valor real en el mercado financiero y la reducción del déficit público.
Avances políticos y resultados
Se permitió además el despido libre para el 5 % de las plantillas y la contratación temporal, sobre todo de jóvenes que no habían accedido nunca a un puesto de trabajo. Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras firmaron el acuerdo, que fue rechazado por CNT.
En lo político, se aprobó el derecho de reunión y asociación, la reforma del Código Penal, especialmente en lo referido a la mujer, despenalizando el adulterio, y se reorganizaron las fuerzas de orden público. Las medidas dieron sus frutos. Se produjo una drástica disminución del déficit, de la inflación, que en 1978 acabó en el 16 %, y un fuerte despegue económico que hizo mejorar las cuentas de las empresas.